El 20 de agosto de 2023 ya forma parte de la historia del fútbol español. La selección femenina superó a Inglaterra (1-0) en la final del Mundial 2023 disputada en un Stadium Australia de Sídney que para siempre estará en el corazón del balompié español. Fue un soberbio golazo de Olga Carmona el que decantó la balanza a favor de las de Jorge Vilda, desempolvando de la garganta del fútbol femenino español un grito de ‘Campeonas’ que hasta hace poco se antojaba poco más que una utopía. Hicieron falta más de 100 minutos de juego, pero poco importó después de años esperando vivir algo parecido.

Fue un partido vibrante y emocionante de principio a fin, disputado de tú a tú entre dos combinados que honraron a este deporte que, de una vez por todas, merece ser mencionado sin la necesidad de aludir al género. Tal y como se hace cuando se habla del masculino. España Inglaterra desarrollaron todo lo necesaria para levantar el trofeo, pero la Roja se lo mereció un poco más que el combinado británico y a la postre se hizo justicia.

En cuanto a la historia del partido en sí, tuvo de todo. Después de que, partiendo desde el banquillo, se erigiese como heroína tanto en cuartos de final como en semifinales, Salma Paralluelo se hizo con un hueco en el ‘once’ inicial. Jorge Vilda dio entrada a la aragonesa con el rol de ‘9’, formando el tridente de ataque junto a Alba Redondo y Mariona Caldentey. A su vez, retrasó la posición de Jenni Hermoso hacia la medular junto a las inamovibles Tere Abelleira y Aitana Bonmatí, quedando la Balón de Oro Alexia Putellas de inicio en el banco. Todo ello se tradujo en cierta verticalidad, y sin llegar a renunciar al fútbol de toque, tan característico de esta España, en más de una ocasión el trío del centro del campo intentó aprovechar la velocidad de Salma Paralluelo con pases en profundidad.

El primer aviso serio, no obstante, llegó por parte de Inglaterra. Concretamente, en el minuto 15, cuando Lauren Hemp disparó desde la frontal para estrellar el balón en el larguero para intentar meter el miedo en el cuerpo de España. Pero, lejos de amedrentarse, las de Jorge Vilda respondieron con celeridad, rozando el gol en el 17’ cuando, tras centro de Olga Carmona desde la izquierda, Salma Paralluelo y Alba Redondo no acertaron a marcar en boca de gol. Fue una ocasión de esas que levantaron a la afición del sofá con el grito de gol apareciendo ya por la garganta.

‘Ooooolga de mi vida’

Tras el citado intercambio de golpes, volvió a reinar cierta calma sobre el verde, pero solo durante unos minutos. Porque en el 29’ Olga Carmona levantó a España del sofá. Tras una buena recuperación en la medular, la Roja armó una gran transición que acabó con Mariona Caldentey sirviendo para Olga Carmona, que parecía ir subida en una moto en su incorporación por banda izquierda, y la sevillana conectó un zurdazo cruzado inalcanzable para Mary Earps. Como Andrés Iniesta en su día recordando a Dani JarqueOlga Carmona también se levantó la camiseta para honrar la memoria de ‘Merchi’, la madre de una amiga fallecida de forma repentina.

Con ese 1-0 se llegó al descanso, y la ventaja pudo haber sido doble si Salma Paralluelo hubiese aprovechado una clara ocasión de gol en el añadido del primer acto. Y en la reanudación, continuó siendo España quien buscó con más ahínco el gol. De hecho, ni cinco minutos del segundo acto habían transcurrido cuando Mary Earps negó el gol a Mariona Caldentey, que había probado suerte con un disparo desde la frontal.

No obstante, con el paso de los minutos Inglaterra experimentó una clara mejoría. Mejor plantadas en lo táctico y mostrándose más acertadas a la hora de ejecutar la presión, las de Sarina Wiegman fueron creciendo en busca del empate. Y Jorge Vilda respondió dando entrada a Oihane en lugar de Alba Redondo para ganar en solidez defensiva.

El fallo que quedará en anécdota

El tramo final del duelo no fue apto para cardíacos. Y existió un momento en el que a España se le encogió el corazón. Fue en el 70′, cuando, tras una mano de Keira WalshJenni Hermoso desperdició un lanzamiento desde el punto de penalti. No obstante, poco importó a la postre y quedará como una simple anécdota.

No obstante, negar que existió sufrimiento en el tramo final sería absurdo. Y también innecesario porque en realidad la victoria sabe mejor cuando por el camino se teme no llegar a ella. Inglaterra apretó, no podía ser de otra manera, pero España contestó con solidez y madurez futbolística, caminando firme hacia un triunfo que el fútbol no podía negarle. Saltó al terreno de juego Alexia Putellas para intentar tener la pelota tanto como fuera posible y ni siquiera los 13 minutos de añadido valieron para que Inglaterra encontrase el gol del empate. No podía ser, tenía que ganar España.

Y por fin llegó el pitido final. Y España saltó y gritó una vez más. 13 años después de que los chicos bordasen una estrella en su camiseta lo han conseguido las chicas. Son eternas, y sus nombres ya están escritos en una página de oro del fútbol español.