La Justicia de los Países Bajos ya ha dictado sentencia contra Quincy Promes. El que fuera jugador del Sevilla, enrolado ahora en las filas del Spartak de Moscú, ha sido condenado a 18 meses de prisión por la acusación de ‘asalto grave’ a un primo suyo, al que en 2020 apuñaló en una rodilla en el curso de una fiesta familiar. Aquella acción causó a la víctima lesiones graves y problemas para caminar, de los que todavía no se ha recuperado plenamente, así como trastorno por estrés postraumático.

No es la única causa abierta de Quincy Promes con la justicia, ya que se le achaca haber importado hasta 1.300 kilos de cocaína, que fueron interceptados en el puerto belga de Amberes a finales de enero de 2020.

A raíz de aquella operación, sobre el ex sevillista pesaba una acusación de narcotráfico y de participación en una organización criminal.

TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO