Además de conquistar LaLiga en su primera temporada completa, Xavi Hernández pasará a la historia del Barça por ser el técnico de la transición del Camp Nou a Montjuïc por las obras de remodelación y también por ser el técnico que tuvo que decir adiós a la etapa de Piqué, en noviembre, y de Busquets y Alba, este domingo ante el Mallorca.
El técnico culé desgranó sus emociones y admitió que la gestión de todo ello en estos últimos días “no ha sido fácil”. “Primero por encontrar la motivación tras conseguir el título de Liga, pero también por despedir el Camp Nou, que ha tenido muchos años de historia, y después por el adiós de Busquets y Alba”. Así que “queremos tener una despedida excelente y ojalá podamos brindar nuestra mejor versión”.
Xavi ha admitido que es “es difícil gestionar a amigos, a gente con la que he compartido muchas cosas. Es complicado definir hasta qué punto está la amistad y la profesionalidad”, dijo recordando, que con “Piqué y Alves ya me pasó y ahora con Busquets y Alba”. Y es que el cargo de entrenador “está por encima de cualquier cosa y yo priorizo el club. No es una decisión personal, es de grupo”.
El club deberá ahora buscar a un jugador que cubra el puesto de Busi y no es una empresa que esté al alcance. “Sí que se han generado jugadores de La Masia. Samper u Oriol Romeu… Touré Yayá tuvo que irse, un futbolista espectacular”, dijo, poniendo énfasis en una particularidad. “Hemos tenido suerte que Busquets no se ha lesionado nunca. Los jugadores al final deciden que tienen que irse. Ahora es el momento de encontrar un sustituto porque no tenemos claro que lo haya en casa”.
TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO