El Bombillo enfrenta esta tarde a su tercer rival argentino por la Copa Sudamericana y los antecedentes ante ellos, son todos negativos.

El 25 de mayo del 2021, fue un día en el que el emelecismo sintió una decepción profunda. Los azules recibían en el Capwell a Talleres de Córdoba, en la última jornada de la fase de grupos de Copa Sudamericana y la victoria, por cualquier marcador, los clasificaba a octavos de final.

Los argentinos llegaron a Guayaquil eliminados y con un equipo con varios suplentes, pero el resultado fue totalmente opuesto a lo que se esperaban. Emelec cayó por 1-4 y se despidió del torneo, ya que solo el primero de cada fase seguía vivo en la competencia.

Pero esta no sería la primera decepción copera del Bombillo contra argentinos en Copa Sudamericana. Remontándonos al 2020, en épocas de pandemia, Emelec fue derrotado contundentemente por Unión Santa Fe. Ese día fue recordado como el día de los aspersores, luego de que estos se activaron en medio del partido, cuando los azules no encontraban la brújula para remontar la serie.

Emelec había ganado en la ida por 0-1, pero por el valor adicional del gol de visita, el 1-2 en la vuelta fue letal para el resultado final.

En 2020, Emelec no andaba bien en la LigaPro y era décimo, mientras que, en 2021, a pesar del golpe en el torneo internacional, los azules cabalgaban firmes casa adentro y eran líderes del campeonato.

En este 2023, los azules son decimoterceros y están obligados a ganar si quieren seguir con vida en la Copa Sudamericana. En el Grupo B, Huracán ya ganó, Guaraní ya sumó tres puntos y Danubio debutó derrotando a los eléctricos, no ganar los comprometería en su afán por clasificar.

Hoy, a las 21h00, en el estadio Capwell, Emelec recibirá a su tercer rival argentino por este torneo y con una necesidad imperiosa por la victoria. ¿Será hoy el día en que se enrumba el barco? ¿Será hoy el día en que Rondelli y los suyos lograrán respirar? ¿La tercera será la vencida?

ESCRITO POR STÉFFANO DUEÑAS (@SteffanoDu).