Los aficionados le suelen pedir a los jugadores y entrenadores autógrafos o fotos, pero lo que le pidieron a Carlo Ancelotti en San Mamés seguro que no se lo habían pedido nunca al entrenador italiano en toda su carrera.

Fue antes de comenzar el partido entre el Athletic y el Real Madrid cuando Carlo Ancelotti estaba de pie en el banquillo y desde la grada, un aficionado le pidió un chicle. Ancelotti no dudó en meter la mano en el bolsillo y sacar unos chicles y dárselos al aficionado que le dio las gracias.

Una petición surrealista para Carlo Ancelotti que durante los partidos no para de masticar chicles para combatir la tensión propia de los encuentros. Esta vez, en San Mamés los compartió con un aficionado.

NOTA DE MUNDO DEPORTIVO