Messi celebrando su último gol en el Mundial ante el banquillo de Países Bajos, con las manos en las orejas, es una de las grandes imágenes que dejará Qatar-2022. Esa icónica instantánea no es una imagen cualquiera y el motivo tiene su enjundia. Messi humilló a Van Gaal con la típica celebración que solía hacer Juan Román Riquelme después de cada gol marcado. Messi sabía que, en el Barça, Van Gaal ninguneó a Riquelme y se vengó.

¿Qué pasó entre Van Gaal y Riquelme? ¿Por qué Messi se acordó de eso? El líder de Boca Juniors, fichado por Joan Gaspart en 2002, llegó al Barça con la aureola de ser un centrocampista pelotero, con un gran disparo y visión de juego extraordinaria. Había hecho una exhibición en la final de la Intercontinental ante el Madrid. El Barça pagó 13 millones de dólares por él y, al llegar aquí, se encontró que el nuevo entrenador –Louis van Gaal– se lo llevaba a su despacho, le mostraba un vídeo de sus jugadas en Boca y le contaba por qué se había opuesto a su fichaje y por qué acá no jugaría. “Usted es el mejor del mundo con el balón en los pies, pero cuando no lo tiene, jugamos con uno menos”. Y, fiel a sus palabras, Van Gaal le alineó en pocas ocasiones y fuera de su posición. Messi sabía que, tras las sonadas eliminaciones europeas del Barça, Van Gaal opinaba de él lo mismo que de Riquelme. Que andando no puedes ayudar a tu equipo a defender. Y de ahí la ofensa y el símil entre las dos historias. Y de ahí el homenaje a Riquelme, uno de los grandes del fútbol argentino que, como Messi, nació un 24 de junio. El día que nacía Leo, Riquelme cumplía los 9. San Juan se le atravesó a Van Gaal.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO