Raphael Varane no se conforma con las semifinales del Mundial de Qatar, el objetivo mínimo que les había fijado el presidente de su federación, y aseguró que la meta de la selección francesa es revalidar la corona que consiguió en Rusia 2018.

Raphael Varane no se conforma con las semifinales del Mundial de Qatar, el objetivo mínimo que les había fijado el presidente de su federación, y aseguró que la meta de la selección francesa es revalidar la corona que consiguió en Rusia 2018.

El segundo capitán de la selección francesa sabe que tiene una responsabilidad en el vestuario, la de la experiencia en situaciones como esta, algo que afrontó en el descanso del partido de octavos contra Polonia, cuando tomó la palabra ante las dificultades que atravesaba su equipo.

«Estábamos algo fuera de partido, habíamos empezado una nueva competición, los partidos a eliminación directa, y sentí que tenía que reforzar al equipo. Tomé la palabra, pero no era algo premeditado, aunque creo que es lo que se espera de mí», señaló el exdefensa del Real Madrid.

Esa veteranía tiene que ponerse, señaló, al servicio del equipo para el próximo partido contra Marruecos, «un rival difícil, que defiende muy bien y que no lo pondrá fácil».

«¿Exceso de confianza? Tenemos suficiente experiencia para no caer en esa trampa. Si han llegado a esta fase de la competición no es una casualidad. Defienden muy bien, será extremadamente difícil marcar. Los que teneos experiencia tenemos que preparar a los otros para lo que nos espera. No podemos caer en la facilidad, tenemos que darnos a fondo. Un puesto en la final hay que ganarlo», afirmó.

«Marruecos es un rival sólido, difícil de atacar, con mucha solidaridad defensiva. Están escribiendo la historia del fútbol marroquí. Desprenden una fuerza colectiva, un rendimiento que les da mucha confianza. También tienen armas ofensivas, un buen contragolpe y juego a balón parado. Tienen jugadores de calidad», analizó.

Varane forma parte del grupo que comenzó a formar Didier Deschamps desde su llegada a la selección y que el miércoles disputará su tercera semifinal de una gran competición, tras la de la Eurocopa de 2016 y el Mundial de 2018. Siempre las han superado.

«Somos conscientes de que estamos haciendo algo grande desde hace años. Pero no nos concentramos en eso, ya lo veremos más adelante. En las últimas grandes competiciones hemos tenido buenos resultados. Es difícil ser conscientes de lo que estamos logrando, pero no hay que dejarse desconcentrar por eso, esa ha sido la base de nuestro éxito», indicó.

Varane también valoró la relación con Deschamps, que «ha ido evolucionando a medida que hay más conocimiento y confianza». «Sabe quién soy, mi personalidad y lo que puede esperar de mí. Yo se lo que puedo aportar al grupo. Estamos en contacto permanente para mejorar. Es una referencia haber trabajado tanto juntos», indicó.

Varane afirmó que la referencia de 2018 puede servir, pero que «en fútbol cuatro años son una eternidad» y que «muchas cosas han cambiado».

«El nivel sigue elevándose, es más intenso, todo va más deprisa. Los equipos están más trabajados tácticamente. A este nivel, el mínimo error puede costar caro. El nivel va a seguir subiendo y hay que estar preparados», aseguró.

El defensa destacó el aporte de los veteranos y, en particular, de Antoine Griezmann, convertido en el mejor pasador de la historia de Francia. «Ahora juega en otro puesto, pero tiene la misma calidad, cubre mucho terreno y apoya a los compañeros. Tiene esa capacidad de controlar el tempo del partido, de cambiarlo con un pase, una aceleración, una presión. Por su experiencia es un jugador central. Tiene confianza y aporta mucho dentro y fuera del campo», subrayó.

TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO