Memphis Depay se lesionó a finales de setiembre jugando con su selección y no se le ha visto más en el Barça. Incluso, según informó MD, el neerlandés se fue ya a su país a terminar de recuperarse de los isquiotibiales. Total, pensaba él que aquí tampoco iba a jugar… Y Xavi le dio permiso. Memphis tiene en su mente el Mundial de Qatar y pensaba en no lesionarse de nuevo. En Madrid, el debate encendido es sobre si Benzema, tras conseguir el Balón de Oro, se ha borrado de algunos partidos para no poner en riesgo su físico y asegurarse estar en la cita mundialista, ahora que la selección francesa le ha levantado el veto por el escándalo de un chantaje a un compañero. Del belga Hazard ya, ni se habla. Por una vez que no está lesionado, se guarda de no jugar esperando llegar a Qatar lo más fresco posible.
Quien habló claro de este sentimiento lógico de los futbolistas fue Pep Guardiola. Él, que también fue monaguillo antes que fraile, admitió en rueda de prensa que los jugadores de su equipo tienen en la cabeza el no lastimarse para poder acudir a un Mundial que está a la vuelta de la esquina, mucho más que el partido ante el Brentford del próximo fin de semana. Guardiola confesó que él, en su etapa de futbolista, hubiera actuado igual. Por todo ello, es tan meritorio el partido que se cascaron Pedri, De Jong, Sergio Busquets, Alba, Dembélé y Ferran en Pamplona. Tuvieron que correr más, y durante más tiempo, no solo para remontar el marcador sino para suplir la absurda autexpulsión de Lewandowski. Se dejaron la piel en El Sadar, pensando solo en el Barça. Bravo por todos ellos.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO
