Hay preocupación en Luque, ciudad donde se encuentra ubicada la sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol. Y el malestar viene exclusivamente por el poco éxito que ha tenido el hecho de replicar lo que se hace en Europa, definiendo los torneos internacionales de clubes en Sudamérica en finales a partido único.

Desde 2018, se han disputado siete finales a un partido, cuatro de Copa Sudamericana y tres de Copa Libertadores. Dos de esos siete partidos fueron sin público a causa del Covid-19 (las definiciones de la temporada 2020, que se jugaron en enero del 2021).

Y en las cinco finales jugadas a partido único, en casi todas fue un problema el público en relación al estadio. En general, las finales de Libertadores han llenado, pero en esta ocasión ha llamado la atención que el público de Athletico Paranaense no ha logrado agotar las entradas que se dispusieron para ellos.

En la Sudamericana, el problema ha sido más habitual y ha quedado graficado en las últimas dos ediciones: menos de un tercio del estadio Centenario vendido para la final del 2021 entre Paranaense Bragantino, sumado a que la última edición entre Independiente del Valle y Sao Paulo, jugada en Córdoba, tuvo menos de un 20% del público que podía abarcar el estadio.

La decisión que podría tomar la Conmebol

En vísperas de una nueva definición de la Copa Libertadores de América, diferentes directivos y asesores han reconocido el gran problema que han tenido con las definiciones a un partido, por lo que en las próximas reuniones, algunas cosas podrían cambiar.

La primera propuesta que gana adeptos es la de que signa haciendo finales únicas, pero en las capitales de los países o, en caso de Brasil, en Río de Janeiro, la ciudad de más fácil acceso para el resto de Sudamérica. Así, los hinchas se evitarían los grandes problemas en cuanto a dinero y conexiones que deben hacer para ir a ciudades en donde en muchos países no hay vuelos directos.

La otra alternativa, y que cada día gana más terreno, es la que va por el retorno de las finales ida y vuelta. El argumento es que favorecerá el espectáculo, ya no habrá estadios vacíos y se volverá a la esencia del fútbol sudamericano, pues no todos los fanáticos tienen el dinero suficiente para pagar un pasaje y una entrada fuera de su país, algo que pasa obligatoriamente con la final única en otro destino.

TOMADO DE DIARIO AS