Aunque acostumbre a generar bastante rechazo, la marca PSG es tan rentable como necesaria para Francia. Los números lo ratifican. Desde que Qatar adquirió el club en 2011, el Estado computa una recaudación aproximada de 1.900 millones de euros en concepto de contribuciones sociales y fiscales. Unas cantidades en juego que ponen de manifiesto el impacto que supone tener a un transatlántico como este para el país.

Un estudio encargado al Centro de Derecho y Economía del Deporte llegó a la conclusión que las inversiones del PSG han generado 180 millones de euros solo en la capital, de los que 100 corresponden a infraestructuras. Entre otras, el futuro centro de formación a las afueras de la ciudad. Esto supone 2.150 puestos de trabajo, ya sean directos o indirectos, de un tejido empresarial de 800 compañías que colaboran con el PSG.

Como era de esperar, la reacción al sueldo astronómico de Mbappé no ha dejado indiferente a nadie. Sin embargo, uno de los principales beneficiados es el Estado. La información de Le Parisien sobre el contrato del galo -630 millones de euros brutos hasta 2025- deduce que las arcas públicas pueden llegar a recuperar unos 170 millones de euros por año. Con un tipo impositivo medio del 45%, al que hay que añadir una contribución del 4% sobre las rentas altas, el fisco se embolsa unos 90 millones de euros.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO