El Milan no pudo pasar, como ya sucediera en Bérgamo ante el Atalanta, del empate a cero ante el Sassuolo, en un partido en el que el meta francés Mike Maignan atajó un penalti decisivo y en el que el conjunto rojinegro evidenció su dependencia ofensiva del luso Rafael Leao, en lo que fue el segundo ‘pinchazo’ de los milanistas tras cuatro jornadas de Serie A.

Theo y Brahim, que tuvo una nueva oportunidad como titular, fueron los encargados de orquestar los ataques de los visitantes sin demasiado éxito en un partido de ida y vuelta en el que el Milan fue poco a poco sufriendo cada vez más en el repliegue por las rápidas contras del Sassuolo y la presencia de Pobega en lugar de Sandro Tonali en la medular, algo que debilitó el equilibrio en el conjunto milanista.

En una de esas contras el Sassuolo, que fue de menos a más en el primer acto, encontró oro en forma de un indiscutible penalti sobre Kyriakopoulos cometido por Florenzi y Saelemaekers con una entrada al atacante griego al mismo tiempo y sin tocar el balón.

Fue la oportunidad perfecta a los veinte minutos para los ‘neroverdi’ de encarrilar el partido, una recompensa a su plan de ceder el balón y salir con efectivos al contragolpe. Berardi tomó la responsabilidad desde los once metros, como es habitual, pero se topó con el muro francés, encarnado en Maignan, que de nuevo fue capital para el Milan en el momento clave del partido.

No fue la tarde de Berardi. Además del penalti errado, tuvo que retirarse al comienzo del segundo acto lesionado, entre lágrimas y con gestos de visible molestia en su rodilla izquierda, en lo que puede ser una baja fundamental para los locales, que perdieron la chispa de su ’10’, líder indiscutible del equipo, en ataque.

Movió rápidamente el banquillo Pioli en la segunda mitad, preocupado y tenso a partes iguales, viendo cómo su equipo era incapaz de dañar al Sassuolo después de que éstos maniataran a Leao en ataque. El italiano dio entrada a Tonali, De Ketelaere y Messias al mismo tiempo, un triple cambio que no solucionó lo problemas en ataque de un Milan que todavía depende en buena medida de Leao para ser dañino.

Lo intentó de todas las maneras el Milan, que terminó con su flamante fichaje, De Ketelaere, ocupando la posición de nueve puro, en el estéril intento de evitar el segundo pinchazo fuera de casa tan solo cuatro jornadas de campeonato tras el empate sin goles ante Atalanta.

No hubo manera. Tuvo el balón el conjunto ‘rossonero’, pero en cuanto Leao dejó de generar, el Milan dejó de tener peligro en ataque, en un partido que volvió a evidenciar la dependencia del delantero luso y que sostuvo Maignan con la capital parada del penalti.

TOMADO DE DIARIO SPORT