En la tarde del miércoles, Barcelona y Manchester City se enfrentaron en Camp Nou en un partido amistoso para recaudar fondos para la investigación contra la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) que terminó con tremendo empate 3-3. Julián Álvarez fue titular y abrió el marcador para los de la Premier League, pero en el segundo tiempo un brutal choque de cabezas entre Andreas Christensen y Luke Mbete, que terminó con el juvenil inglés yéndose inmóvil en camilla, paralizó a todos los allí presentes.

Sobre el final del encuentro, más precisamente al minuto 39 de la segunda mitad, los dueños de casa tuvieron un córner peligroso y allí ocurrió el gran susto: la pelota quedó boyando en el área tras un rebote, Mbete y el férreo zaguero danés fueron en una disputa aérea por la número cinco, pero en el intento de despejar el inexperimentado futbolista de Pep Guardiola impactó su cabeza con la del defensor y cayó desplomado encendiendo las alarmas.

Durante unos largos minutos Mbete fue atendido por los médicos, en una primera instancia se puso de pie, intentó reincorporarse, pero la conmoción del golpe fue tan fuerte que volvió a acostarse en el verde césped para ser reemplazado. No obstante, la manera que salió del terreno de juego fue lo que terminó de preocupar a todos: en camilla y con el cuello y cabeza inmóviles para evitar posibles imprevistos.