El Bayern Múnich de Julian Nagelsmann ni siquiera necesita de su mejor versión para imponerse en la Bundesliga. Muestra de ello es lo sucedido este domingo, cuando superó con comodidad al Wolfsburgo (2-0) siendo notoriamente superior pero a la vez dando la sensación de que le quedó más de una marcha por meter. Brilló con luz propia Jamal Musiala y marcó, además del talentoso centrocampista alemán y para completar el 2-0, Thomas Müller.

El encuentro tenía cierto morbo al ser el entrenador del Wolfsburgo un Niko Kovac que en su día pasó por el Bayern Múnich con más pena que gloria, pero lo cierto es que esta circunstancia a la postre pasó desapercibida al ser su equipo un ‘quiero y no puedo’ de principio a fin.

Con Sadio Mané como referencia y apareciendo por detrás de él Müller, Musiala y Gnabry, al Bayern Múnich le costó unos minutos encender la maquinaria, pero una vez activada ya no hubo marcha atrás en cuanto a su camino hacia el triunfo. No obstante, hubo que esperar hasta el tramo final de la primera parte para que se deshiciese el 0-0 inicial. Concretamente, fue en el 33′ cuando Musiala, lejos de dejarse caer ante el acoso de dos rivales, se hizo fuerte en el balcón del área para sacarse de la manga un derechazo teledirigido a la red del marco defendido por Casteels. Y en el 44′, justo antes de llegar al descanso, una internada de Davies por banda izquierda acabó en un pase hacia atrás para que Kimmich disparase y Müller desviase el balón para marcar el 2-0.

Tras la reanudación, con esa doble ventaja para el Bayern, el partido tuvo entre poco y nada de historia. Sí hubo tiempo para que marcase Sadio Mané, que ya lo había hecho en posición ilegal en la primera parte, y en esta segunda ocasión de nuevo estaba deshabilitado.

Con este triunfo, el Bayern de Nagelsmann continúa en lo más alto de la tabla de la Bundesliga siendo junto al Dortmund uno de los dos equipos que han ganado sus partidos de las dos primeras jornadas del campeonato.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO