Fede Valverde disputa en unos días su primera final de Champions. El uruguayo llegó a Madrid hace 6 años y ha tenido que esperar hasta ahora para disputar un partido de tal envergadura. Su participación en la presente edición ha sido vital para que el Real Madrid haya llegado a pelear por el título, siendo titular en todos los partidos salvo en la ida contra el PSG y rindiendo a un gran nivel.

El centrocampista blanco ha hablado con el Club del Deportista en la semana más importante del año y se ha mostrado inconformista a pesar del gran momento personal que atraviesa. «Tengo que seguir creciendo, madurando. Sé que tengo que seguir aprendiendo, demostrar por qué estoy aquí y seguir consolidándome dentro del once», explica el uruguayo, que coincidió con Forlán en Peñarol y del que aprendió «lo gran profesional que era», cualidad que captó a la perfección.

Valverde y sus compañeros llegan a la final de la Champions con la moral por las nubes tras haber ganado la Liga con contundencia, un trofeo que sintieron suyo «en el Sánchez-Pizjuán», por «cómo se dio la victoria» y porque les dio «motivación para culimnar lo más rápido posible lo que quedaba». Sin embargo, asegura que no se han sentido superiores, aunque la ventaja con la que han contado a lo largo de la Liga les ha dado «una tranquilidad muy grande«.

«Salah ha menospreciado al escudo del Real Madrid»

El uruguayo comparte parcela en el campo con Luka Modric, al que es «un placer» acompañar en el terreno de juego y al que considera «ejemplar». El croata ha sido también esencial para llegar a la final de la Champions, algo que no habrían conseguido sin la afición, ya que «cuando el partido parece que está perdido, ahí están para apoyarnos siempre«. Sin embargo, la clave de todo es «el espíritu», tanto «de la gente» como «del escudo».

A pesar de que habla de no rendirse nunca, Valverde confiesa que llegaron a pensar que les eliminaban, sobre todo «contra el City», una remontada que piensa que sucede «muy pocas veces en la vida». Tantas remontadas opina que han hecho que los rivales sientan «la presión que genera el estadio y la afición, saben que enfrente está el Real Madrid y es capaz de hacer cualquier cosa«, aunque también es consciente que que «suerte siempre hay que tener». Esta vez, el rival será el Liverpool, cuya estrella, Mohamed Salah, ha «menospreciado al escudo del Real Madrid y a los jugadores» con sus palabras, algo que le sirve para motivarse de cara a una final en la que espera levantar su primera ‘Orejona’.

TOMADO DE DIARIO AS