La venta del Chelsea sigue sin concretarse, y a la espera de un nuevo dueño, el club “está con las manos atadas”. Así lo describió Thomas Tuchel, el entrenador, que al igual que sus jugadores, vive con preocupación la situación del equipo blue, según ha adelantado The Times. El Chelsea tiene prohibido firmar nuevos acuerdos por la sanción del gobierno británico, lo que ha dificultado enormemente las negociaciones para renovar a jugadores clave como Andreas Christensen o Antonio Rüdiger. Dos defensas que terminan sus contratos este verano y que se marcharán de Londres.
Pero el vestuario del Chelsea cree la sanción seguirá perjudicando al equipo y que más jugadores están cerca de salir en el próximo mercado de traspasos. Una situación que no convence a Tuchel, aunque su continuidad en el equipo no peligra, como él mismo reconoció en rueda de prensa.
"Desde la pretemporada, para la próxima campaña, daremos lo mejor de nosotros y estaré completamente involucrado con el club, con todo mi conocimiento y con todo mi corazón", aseguró antes del partido contra el Manchester United, en el que el Chelsea tratará de amarrar la tercera plaza de la Premier League y asegurar de esta manera su presencia en la siguiente Liga de Campeones.
No obstante, Tuchel es consciente de que hasta que no se resuelva la compra del Chelsea, Downing Street tampoco le permitirá fichar a nuevos futbolistas como Pau Torres, Tchouameni o Rice. Tres jugadores que están en su agenda, pero que ahora mismo son un imposible para el equipo blue. Sobre esto también tuvo unas palabras en la conferencia de prensa y quiso restarle trascendencia al asunto. "No importa lo activos que seamos en el mercado, trataremos de exprimir a nuestra plantilla",concluyó el técnico alemán.
TOMADO DE DIARIO AS