Compañeros en el Liverpool, juntos Mohamed Salah y Sadio Mané han ganado vestidos de ‘red’ una Champions, una Premier, una Carabao Cup, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubs. Pero este viernes, igual que el pasado 6 de febrero en la final de la Copa de África, el fútbol les convierte en rivales. Si en Yaoundé el centro de campeona continental fue para la selección senegalesa de Mané por penaltis, ahora lo que está en juego es una plaza para el Mundial de Qatar de 2022.

El sorteo del playoff final de la fase africana para Qatar 2022 resultó así de duro para Senegal y Egipto. Una de las dos finalistas de la pasada Copa de África no estará en el Mundial. Las cinco plazas de África para el Mundial se decidirán en sendas eliminatorias a ida y vuelta. Los partidos de ida se disputan este viernes y los de vuelta, el martes 29 de marzo.

Para empezar, Egipto-Senegal en El Cairo. El factor campo benefició en el sorteo a los ‘Leones de Teranga’ y el segundo asalto del playoff se jugará en Diamniadio. Salah volverá a intentar batir a Édouard Mendy, portero del Chelsea y de Senegal. Los otros emparejamientos son RD Congo-Marruecos, Camerún-Argelia, Mali-Túnez y Ghana-Nigeria.

Tanto Sadio Mané como Mohamed Salah sueñan con participar en el que sería el segundo Mundial de sus carreras, después del de Rusia-2018, en el que ambos tomaron parte. Mané marcó un gol (en el 2-2 de Senegal contra Japón). Salah, dos (en las derrotas de Egipto contra Rusia por 1-3 y contra Arabia Saudí por 1-2).

De hecho, Senegal solo ha jugado dos Mundiales, el de 2002 (en el que llegó a cuartos) y el de 2018 (cayó en la primera fase). Y Egipto, también en dos: el de 1990 y el de 2018. En ambos los ‘faraones’ no superaron la fase de grupos.

Mané y Salah pueden ganar juntos con su Liverpool hasta cuatro trofeos esta temporada: ya lograron la Carabao Cup y luchan por la Champions (en cuyos cuartos de final se enfrentarán al Benfica), la Premier y la FA Cup (en cuyas semifinales se medirán al Manchester City de Pep Guardiola). Pero el destino quiere que este martes a uno le toque llorar (como cuando Mané consoló a Salah tras la victoria de Senegal frente a Egipto) y al otro reír.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO