Ousmane Dembélé luce como un jugador diferente cada vez que le toca ingresar al campo de juego en óptimas condiciones. Es electricidad pura, desequilibrio. Si está bien, se puede convertir en una pesadilla para cualquier defensa. Entrando desde la izquierda o desde la derecha, el francés rompe las líneas del rival, estén juntas o no, y crea boquetes en los muros que los contrarios plantan ante Barcelona.

La media hora del francés ante Benfica, durante el choque reciente por la UEFA Champions League, despierta ilusión en el barcelonismo. El extremo hizo resurgir al Barça, que durante varios minutos del segundo tiempo había bajado los brazos tras una primera mitad de manual a la que le faltó el gol.

El galo es una pieza fundamental para Xavi Hernández. El entrenador le dio 30 minutos, consciente de que un esfuerzo superior al necesario podría provocar una recaída en su lesión muscular. Ya sucedió en el decisivo partido en el Olímpico de Kiev. Sergi Barjuán, quien actuara como entrenador interino tras la salida de Ronald Koeman, lo incluyó durante 25 minutos cuando los médicos aconsejaban que jugase tan sólo 15.

La sobreexigencia le pasó factura y el extremo sufrió una elongación en el músculo semimembranoso del muslo izquierdo: 20 días más de baja para un jugador que no había debutado esta temporada tras otra de las tantas lesiones sufridas, la más reciente producida en junio durante la Eurocopa.

En este contexto, Xavi reconoció el esfuerzo de Dembélé. «Hoy ha arriesgado y se tiene que agradecer, porque no estaba al 100%. Es encomiable su actitud. Otro jugador no habría jugado. Había riesgo de recaída y ha querido jugar, es un tío ganador», valoró el entrenador blaugrana.

Ahora, la prioridad es renovarle. El francés termina contrato en junio de 2022 y, en poco más de un mes, ya podrá negociar con cualquier club su salida libre del equipo catalán, una opción que se contempla tras las primeras aproximaciones para ampliar el vínculo.

La amenaza es que su representante vislumbre la posibilidad de percibir una alta comisión para sacarlo del Barça gratis, sin el pago de ningún traspaso a la entidad culé, un caramelo interesante para cualquier club y para el mismo agente.

Ahora, el trabajo de Mateu Alemany y del vicepresidente deportivo Rafael Yuste es encauzar una renovación que pasa, principalmente, por el proyecto deportivo de Xavi Hernández.

El mismo entrenador lo dejó clarísimo el día de su presentación: «Ahora mismo puedo apretar al presidente y a Mateu. Para mí, Dembélé en su posición, bien trabajado, puede ser el mejor futbolista del mundo. Se tiene que sentir feliz y cómodo. Tiene que trabajar, pero por condiciones no tengo ninguna duda de que puede ser un crack mundial. Depende de él, de su mentalidad, de cuidarlo y que se lesione poco. No tengo dudas. Es prioritaria su renovación, está claro».

Fuente: Directv Sports