Steven Gerrard fue presentado como nuevo técnico del Aston Villa después de dejar el Rangers Glasgow para sustituir a Dean Smith, despedido justo en la semana de parón por selecciones.

La leyenda del Liverpool dejó muy claro solo empezar que «es muy injusto describir este paso como un trampolín, nunca me oiréis decir eso. Estoy cien por cien comprometido y también mi cuerpo técnico. No hay nada malo en tener sueños y aspiraciones». «Me siento realmente honrado y orgulloso de estar aquí. Estoy all-in y le daré a este trabajo todo lo que necesita para tener éxito», añadió.

Es más, para dejar claro que no está pensando en el Liverpool, Gerrard aseguró que «tienen un entrenador de clase mundial con Jürgen Klopp. Si renovara de por vida, estaría muy feliz por el club». De hecho, tanto el inglés como el germano tienen una relación muy cercana y «hemos estado en contacto desde el primer día. Vivimos en la misma zona y me lo encuentro cuando pasea a sus perros. Me escribió diciendo que estaba deseando recibir un abrazo el 11 de diciembre antes del partido, y yo también».

Ahora Gerrard ha de marcar su estilo, que no es otro que tener el balón. «Necesitamos analizar a la plantilla. Construiremos y nos haremos más fuertes y seremos un equipo basado en la posesión. Cuando hagamos la transición a eso, el tiempo dirá», dijo el inglés, que añadió que el Ketchup «estaba prohibido antes de que yo lo hubiera visto. Los jugadores deben tener la mentalidad adecuada. Ir más allá. Necesitan esforzarse para estar en la élite».

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO