Manchester City le ganó a United por 2-0 y, en el tramo final, uno de los Diablos Rojos que mostró toda su impotencia fue justamente su máxima estrella, Cristiano Ronaldo.

Corría el minuto 90 cuando Kevin De Bruyne controló el balón contra la raya, recibió la infracción de Bruno Fernandes y, completamente a destiempo, también se le tiró con la plancha hacia adelante nada menos que el portugués.

El árbitro Michael Oliver no lo dudó y le mostró la tarjeta amarilla a CR7, quien igual protestó por el castigo.