El Inter de Milán se niega a perder de vista a Nápoles y Milan en la cabeza de la tabla. Conducido por un certero Joaquín Correa, superó a Udinese sin necesitar a Lautaro Martínez, que empezó de suplente el duelo (2-0)

Fue protagonista del juego en su totalidad el cuadro de Simone Inzaghi. No le importo a si rival, que esperó en campo propio y en el primer tiempo contuvo el fútbol del Inter, al que le faltó magia en el último cuarto de campo. Ocasiones tuvo, pero no tan claras como debería con tanta superioridad. Ranocchia, de cabeza en un córner, y Barella, en un tiro desde dentro del área, tuvieron las más claras. El resto fueron centros sin llegar a nada.

Tuvo que ser Joaquín Correa el que cambiara la dinámica. Lo hizo con una jugada individual preciosa. Agarró el balón abierto en la izquierda, encaró a su marcador, recortó para dentro y fusiló al primer palo (60′). Y un visto y no visto cayó el segundo. Obra también del argentino tras recoger un pase atrás de Dumfries (68′).

Jaque mate del Inter, que con esa ventaja se dedicó a cuidar de sus posesiones ante un Udinese sin capacidad de reacción. Ni siquiera con Deulofeu en el campo, al que casi no se le vio.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO