Cristiano debuta este fin de semana con el United en un choque frente al Newcastle que va a despertar el interés de millones de personas. En Inglaterra, sin embargo, habrá muchos que se van a quedar con las ganas de ver el reestreno del luso en Old Trafford. Una ley que se aplica desde el año 1960 impide emitir partidos de fútbol los sábados en la franja horaria comprendida entre las 14:45h y las 17:15h (horario europeo). Quien quiera ver a Cristiano, tendrá que hacerlo en directo.

Una normativa controvertida que se remonta más de medio siglo atrás, con el reclamo de Bob Lord. El entonces propietario del Burnley denunció que los compromisos televisados de la Premier League perjudicaban sobremanera a todos aquellos clubes humildes que basaban en la taquilla buena parte de sus ingresos. Con la competencia de equipos como el Liverpool, el United o el Arsenal, algunos aficionados locales priorizaban quedarse en casa y ver buen fútbol.

Como consecuencia de esa queja, debatida durante mucho tiempo, acabó por instaurarse el conocido Blackout: la negativa a las retransmisiones a primera hora de la tarde de cada sábado. Una medida que se aplica a todos, también a los bares, que no tienen ninguna licencia especial. Hasta los partidos de ligas internacionales sufren este corte. Sky Sports, por ejemplo, no conecta durante el primer cuarto de hora de partidos de La Liga que en Inglaterra empiezan a las 17h.

A pesar de que durante la pandemia se suprimió temporalmente esta ley, con el regreso del público a los estadios se ha restaurado el Blackout. Inglaterra no olvida que el fútbol local no puede ni debe descuidarse. El encuentro entre el United y el Newcastle no se va a ver por televisión en las islas, un contratiempo para aquellos que soñaban con ver el debut de Cristiano en Old Trafford doce años después. Si no hacen trampas, tendrán que esperar a verlo en diferido.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO