La polémica en torno a la acción que el neerlandés Danny Makkelie sancionó con penalti contra Dinamarca y que sentenció las semifinales de la Eurocopa a favor de Inglaterra sigue coleando. Desde el propio fútbol británico se han dejado oír voces sobre la inexistencia de la falta que sí vio el colegiado y que no corrigió el VAR.

Pero más allá de si Sterling protagonizó uno de los ‘piscinazos’ de la historia, la acción levanta todavía más polémica revisando la jugada. Porque cuando Sterling gana el sprint al defensa danés y entra en el área por el lateral, a poco más de un metro hay un segundo balón que debería haber anulado la jugada.

Porque este segundo esférico está en una situación, por proximidad al lance, que puede considerarse perfectamente que influye en la acción y por tanto, reglamento en mano, el árbitro debería haber detenido el juego.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO