Corría el minuto 93 cuando Joao Félix cayó al suelo tras un disparo que rozó la portería de Courtois. Sabía el 7 del Atlético que en ese tiro estaba la última opción de Portugal de seguir adelante para defender la corona ganada en 2016. Entonces, la joven perla ni siquiera había debutado en la élite en un Benfica que ya mimaba a un jugador señalado a marcar una época. Un futbolista que, ahí está la noticia, será operado el jueves en Oporto para acabar definitivamente con una lesión de tobillo que le ha atormentado durante los últimos meses.
Lo podrá hacer, lo de estar a un gran nivel, en próximos eventos con su selección y en un Atlético que ya diseña la recuperación definitiva de la mayor apuesta de su historia. Y pasa por el quirófano y por un periodo de recuperación que se estima en un mes… justo para estar recuperado en el inicio de Liga y con todo listo para que Joao recupere la confianza y que el físico le acompañe… plenamente.
Con la primera ya se demostró entre octubre y noviembre del curso pasado que estamos ante un jugador diferente, con talento para dar y regalar y una capacidad para dar el último pase (así como para definir como mostró encadenando varios dobletes) que le convierten en un futbolista que puede marcar una época… si las lesiones le respetan más de lo que lo han hecho en los últimos tiempos.
Y es que ese físico del que hablamos no ha parado de condicionarle desde que en uno de los duelos ante el Bayern de la fase de grupos de la última Champions sufrió una lesión que, además de complicarse en otros duelos como el del Betis, le ha marcado tanto con el Atleti como con la selección. En ambos sitios perdió su condición de imprescindible ante su maltrecho físico y llega ahora, con la eliminación de Portugal, la hora de parar un par de meses para volver más fuerte… y sin molestias.
Levantar el pie para, en definitiva, recuperarse totalmente y dejar de jugar con un dolor que, entiende su círculo más cercano, le ha impedido rendir en este 2021 al alto nivel al que acabó el último trimestre de 2020. Dejar atrás ese lastre en un tobillo que le ha obligado a ser tratado por los físios todos los días con el objetivo de poder ayudar al Atleti en ese tramo final de temporada que, pese a tener al 7 mermado, no impidió que acabara ganando una Liga que Joao celebró por todo lo alto en Valladolid.
Para el ex del Benfica era su primer gran éxito en un Atlético que sigue empeñado en que triunfe de rojiblanco en la que será la tercera temporada en el club. De ahí que no duden en considerarle «intransferible» y remitirse a los 350 millones de su cláusula cuando se pone sobre la mesa la opción de salir que, desde cerca del jugador, se ha planteado en alguna ocasión. Pero los del Metropolitano no piensan en eso y sí en que el próximo partido de Félix, olvidar los problemas en el tobillo, sea el más importante. Y se juega desde ya, concretamente desde que el jueves vaya a ser operado.
TOMADO DE MARCA