En el fútbol las conexiones se suelen dar entre jugadores. Varios centrocampistas que se entienden a la perfección (véase Kroos, Modric y Casemiro) o una pareja compuesta por un atacante y un nueve puro que se asocia con muy poco y acaban siendo la amenaza para el rival. Sirva como ejemplo la de Son y Harry Kane esta temporada en el Tottenham. Nos valen también los centrales entre sí o equipos que funcionan como todo un bloque.
Estas, en ocasiones, también se dan desde detrás de la cal y el verde. Entre entrenador y jugador. James y Carlo Ancelotti son el mejor exponente, aunque parecen abocados a separarse antes de lo que les gustaría. Pasó en el Real Madrid, pasó en el Bayern y ahora, también, en el Everton, de donde Carletto se ha despedido para regresar al Santiago Bernabéu.
Su mejor año de blanco
James Rodríguez apareció en el Real Madrid con cartel de estrella. El entonces jugador del Mónaco fue el mejor de la selección colombiana en el Mundial de Brasil y los blancos se lanzaron a por él dejando 75 millones de euros en las arcas del club del Principado.
En el banquillo se encontró con el que no sabría que sería el entrenador que marcaría su carrera. Ancelotti encajó sin problemas al de Cúcuta en el esquema del campeón de Europa y este vivió su mejor temporada: 17 goles y 18 asistencias. Una fractura en el metatarso le sacó varios partidos del once y no participó ni en el 4-0 encajado en el Calderón ante el Atlético ni en la derrota por 2-1 en el Camp Nou.
El equipo se vino abajo después del Mundial de Clubes y una racha récord de victorias que acabó sin títulos y Carlo fue sustituido. James iría perdiendo en rendimiento y favor del entrenador. Primero, con Benítez y luego, con Zidane, con quien nunca estuvo en demasiada sintonía.
Una etapa difícil en Múnich
Llegó la primera salida y también, la primera invitación a reunirse. En 2017, después de que James brillara como secundario en la unidad B de Zidane que fue clave para el doblete Liga-Champions del Real Madrid, Carletto le convenció para que fuera a su centro del campo en el Bayern en la segunda campaña del italiano en Múnich.
La cosa duró realmente poco. Una lesión en el muslo le impidió arrancar a James la temporada. En plena rehabilitación y tras apenas 237 minutos a sus órdenes en partido oficial, Carlo fue relevado de su cargo. Solo les dio tiempo a celebrar un gol del cafetero juntos en Alemania.
Resurrección y nueva ruptura
“James no es el jugador más rápido del mundo, pero tiene muchísima calidad. Tenemos que usarlo para que demuestre su calidad. No es un extremo, pero puede venirse al medio y recibir la pelota, es muy peligroso. No me preocupa su ritmo y su velocidad. Si me preocupara eso habría fichado a Usain Bolt, no a James”, dijo Carlo Ancelotti en una de sus intervenciones más recordadas del año.
El de Reggiolo volvió a confiar en James y le dio un nuevo destino en la parte azul de Liverpool para rehacerse y librarle de una etapa que no pintaba demasiado bien en Madrid. “Carlo fue lo justo para que yo pudiera venir para acá y fue un punto grande para que yo esté aquí. Los dos. Ambos. El club confío en mi cuando nadie más lo hizo. Siempre voy a estar agradecido con el club y con Carlo también”, aseguró el propio James en BT Sport.
Su encaje en la Premier parecía difícil pero, como Carlo explicó, en Goodison Park el italiano le creó un ecosistema a su medida viniendo “al medio y recibir la pelota” para generar peligro. “En la Premier no jugamos un deporte diferente, es fútbol. James no tendrá problemas para adaptarse”, aseguró tras su debut.
En la jornada 4 dejaría su gran actuación del año con dos goles y una asistencia ante el Brighton y brilló en el derbi ante el Liverpool asistiendo a Keane para hacer el 1-1 en un partido que acabó en empate a dos recordado por ser el último de la campaña de Virgil Van Dijk. A partir de ahí, las lesiones han ido lastrando su año que ha acabado con un final ya conocido. El Real Madrid ha llamado a Carlo Ancelotti y el italiano, una vez más, ha salido antes que James.
Al colombiano le queda contrato hasta 2022 con opción a un año más que está en manos del club. Ahora, sin su ‘padre’ futbolístico, James tendrá que volar solo una vez más.
TOMADO DE DIARIO AS