oberto Baggio está considerado como uno de los mejores futbolistas italianos de la historia, incluso fue el ganador del Balón de Oro en 1993. Sin embargo, hubo un episodio de su carrera que lo sigue atormentando: el penal malogrado en la final del Mundial de Estados Unidos en 1994. Aquella fallida ejecución fue la última de la tanda.
"Sigo sin perdonarme el penal fallado en la final del Mundial del 94 contra Brasil. No hay religión que importe, ese día podría haberme suicidado y no habría sentido nada", aseguró el ex volante italiano.
También recordó sus años siguientes en la selección: "Arrigo Sacchi no me llevó al Campeonato de Europa de 1996 para demostrar que los esquemas son más importantes que los jugadores: no llegó a cuartos de final... No lo tengo entre los entrenadores con los que me he llevado bien."
Además, dio su mirada sobre el fútbol en contexto de pandemia y se refirió a su retiro: "El fútbol sin público es muy triste, me hace llorar. No veo los partidos, casi nunca los disfruto. Dejar el fútbol me devolvió la vida y el oxígeno. Me estaba ahogando, demasiado dolor físico. Cuando volvía a casa desde Brescia no podía salir del coche, Andreina mi mujer me echaba una mano para salir del coche".
Y finalizó con una crítica para algunos ex futbolistas: "Me incomoda juzgar a los demás, por eso no voy a la televisión. Veo a excompañeros juzgando y dando lecciones en televisión, pero les recuerdo incapaces de hacer tres regates con las manos".