Todos esperaban que Neymar liderara al PSG con el objetivo de superar la derrota del partido de ida de la ‘semi’ de Champions League ante el Manchester City (2-1). El brasileño debía ser el crack en un momento tan decisivo como el de ayer, sobre todo porque Kylian Mbappé, lesionado, se quedó en el banquillo. Todo se dejaba, pues, en manos de un Neymar que costó 222 millones y que ha dado una de cal y otra de arena desde que llegara en 2017 al Parque de los Príncipes con la vitola de Superhéroe.

El propio ‘Ney’ quiso mandar un mensaje de tranquilidad cuando, en la previa del partido ante el City, se ponía él mismo toda la presión: “Daré lo mejor de mí aunque haga falta morir. Seré el primero en entrar en acción”, decía el internacional brasileño en la web del PSG. Y esfuerzo no escatimó, pero adoleció de liderazgo, según apunta la prensa gala.

L’Equipe apunta este jueves negro sobre él: “Descarriló” y “estuvo desorientado”. Y lo que es peor: “No fue el líder esperado”, dice sobre el partido del extremo el rotativo francés, que apunta que estaban puestas todas las expectativas en él después de tantas ausencias por lesiones.

France Football por su parte, no le deja en un buen puesto a la hora de puntuarle. “¿Era realmente necesario hacer seis toques cada vez que tocaba el balón?. Lo quería hacer todo por su cuenta. Fue un egocéntrico. Llevado por sus emociones una vez más, Neymar fue catastrófico”.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO