Lleva toda una vida el City para saborear un momento como el de mañana, a las puertas de una final de la Champions: “No sé si es el partido más importante de nuestra historia. Es un privilegio vivirlo”, dice Guardiola. En cualquier caso el catalán argumenta que su equipo no va a fallar porque se ve más experimentado: “Soy optimista de cara al PSG”, dejó caer, a pesar de que sabe que el cuadro de Pochettino no va a arrugarse y que va a dar guerra hasta el final.

Nadie espera un mal rival: “El PSG tiene la capacidad de crear de la nada y ganarte. Y tiene a un entrenador inteligente. Pero como no sé qué va a hacer, he centrado el discurso en qué tenemos que hacer nosotros. Jugar para ganar este partido sin pensar mucho más allá”, explicó Pep. Solo Eric Garcia se cae de la convocatoria y se pierde el choque por culpa de una gripe que tampoco le permitió viajar este pasado fin de semana a Londres para enfrentarse al Crystal Palace.

A más de uno puede vencerle la euforia. El 1-2 de la ida condiciona, pero Guardiola avisa: “El segundo partido de las semifinales acostumbra a ser más complicado aún”, subrayó el entrenador de un City que quiso quitar presión a sus jugadores. No quiere que hagan nada distinto a lo que hacen habitualmente en la Premier: “En Inglaterra también tenemos partidos complicados como el de mañana. Es el momento de que los futbolistas den un paso al frente”, apuntó.

Sobre el caos que generan Neymar Mbappé, poco se puede hacer. El talento puro, como dijo hace una semana, cuesta neutralizarlo. El francés no jugó el sábado por unas molestias, pero Guardiola no titubeó en su respuesta: “Va a jugar. Y me alegro”. Añadió en su conferencia de prensa que no sabe si la experiencia sirve de algo a estas alturas, y que el City va a saber aguantar en los peores momentos porque la recompensa es enorme: ser finalista de la Champions.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO