Habló Neymar en la previa del Paris Saint-Germain-Manchester City, pero sus palabras siguen sin ser las que esperan escuchar ni Leonardo de Araújo, director deportivo del gigante francés, ni su dueño Nasser Al-Khelaïfi. Ambos siguen con la mosca detrás de la oreja. Para el gusto de ambos, Neymar lleva demasiado tiempo dando largas a la oferta de renovación del PSG. Ayer, se sumó un capítulo más: buenas palabras, pero nada concreto. En París tienen la sospecha de que va para largo y que la sombra del Barça es muy alargada y tentadora.

En una nueva exhibición de saber estar estar ante los micrófonos en una rueda de prensa, Neymar regaló los oídos a los fans del PSG, pero sin mojarse. A pesar de estar en una rueda de prensa previa a una semifinal de la Champions, el brasileño no tuvo problema alguno en abordar el tema de su continuidad en el PSG diciendo que es feliz y que se sigue hablando.

“No tengo nada más que decir sobre mi renovación. Ya hablé sobre eso en el último partido y no sé por qué tengo que repetirlo. Estamos hablando con el club y haré lo que sea mejor para todos. Ya dije que soy feliz en París”, afirmó Neymar. Una declaraciones que viven en el limbo de la interpretación, pero que en realidad siguen sembrando dudas en la dirección del club parisino.

En el PSG se ha instalado la sospecha, que es el peor de lo venenos. No entienden cómo ante una oferta de renovación espectacular y que en principio ha sido tan bien acogida por los representantes de Neymar, el jugador no es más claro respecto a su futuro.

De momento, expresa buenas palabras y no se cierra puertas, pero en París siguen sospechando que está a la espera de los movimientos del Barcelona para ver si se le vuelve a abrir la opción de vestir de blaugrana.

Todo depende de Messi, porque si el argentino decide irse del Barça, Neymar ya ni valorará volver a Barcelona, pero si Leo acepta continuar y el Barça aligera masa salarial con un par de ventas importantes, la opción del brasileño volverá a convertirse en el culebrón del verano…una vez más.

En el verano de 2019 ya hubo negociaciones entre la directiva de Bartomeu y el PSG para el regreso de Neymar. Aquellas conversaciones no llegaron a buen puerto. En el verano de 2020 fue a Messi al que se le vinculó con el PSG cuando quiso irse del Barça, pero el regreso de Laporta a la presidencia del Barça ha provocado un cambio radical y ahora las posibilidades de que el argentino continúe en el equipo culé han aumentado. Y quiere a Neymar a su lado.Por eso en el PSG sospechan de las largas que, día tras día, envía Neymar.

De la decisión de Messi de continuar o no en el Barcelona dependen las estrategias deportivas de varios grandes de Europa este verano. De entrada, el Barcelona está a la espera de la decisión de su máxima estrella, que condicionará la política deportiva de la entidad a todos los niveles. No es lo mismo planificar un equipo con Leo que sin él. En el primer caso, se puede usar su gancho para atraer a jugadores que quieran compartir con él vestuario; en el segundo, se dispondrá de más margen económico para rehacer la plantilla.

Pero no sólo el Barcelona está pendiente de Messi, el PSG también. Los franceses estuvieron al quite de forma indisimulada desde que Messi envió el famoso burofax al Barça en agosto y redoblaron su presión, casualmente, justo antes de enfrentarse a los blaugrana en Champions.

TOMADO DE DIARIO AS