En el Real Madrid quieren un galáctico. La afición todos los veranos espera uno pero, en este de 2021, después de un periodo de fichajes, el pasado, marcado por las ventas, se espera como agua de mayo que el conjunto blanco de un golpe sobre la mesa.

Los nombres están claros: Mbappé Haaland. Sin embargo, la llegada de alguno de los dos estará supeditada a la flexibilidad de las cuentas merengues que, con la ya confirmada vuelta de Gareth Bale, podrían estar más estrechas de lo esperado.

El jugador galés, que cobra 15 millones de euros anuales, supone a los blancos un gasto de 30 millones brutos al contar los impuestos y, con ese salario entre sus gastos, el Real Madrid tiene aún más complicado ofrecer a uno de estos dos megacracks un contrato a la altura de su nivel.

Mbappé y Haaland, casos distintos

En el caso de Kilyan Mbappé, lo que debe primar es el prestigio de un club como el Real Madrid a la hora de convencerle. También de que será Zidane su entrenador y de que podrá jugar al lado de grandes futbolistas como HazardKroos o el propio Benzema, compatriota también del jugador del PSG.

Ya que, en términos de dinero, el PSG es una potencia contra la que muy pocos pueden competir en Europa.

Por su parte, Haaland llegaría desde el Dortmund, un club mucho más inferior al Real Madrid en cuanto a poderío y sería más fácil tratar de convencerle. No tanto así a su agente, Mino Raiola, que si bien dijo el año pasado que tenía pensado “colocar a una superestrella en el Real Madrid” es conocido en el mundo del fútbol por su rigidez a la hora de negociar.

Así pues, antes de todo esto, lo que prima en el Real Madrid es la competición. Sin embargo, el planteamiento de la temporada que viene es algo que el calendario no puede ocultar y que, si el conjunto blanco quiere seguir entre los mejores, debe acometer cuanto antes.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO