Vinicius Junior es un jugador acostumbrado a sonreír que se ha habituado al vaivén que supone ser jugador del Real Madrid. Llegó como una promesa y con Solari se convirtió en una de las mayores realidades de la temporada 2018-19. Cuando más brillaba, llegó la eliminatoria de Champions ante el Ajax de infausto recuerdo para el madridista en general y para Vini en particular. En marzo de 2019, el extremo sufrió una rotura de ligamentos que cortó su progresión. Dos años después, atiende a El País y analiza cómo vivió ese momento y todo lo vivido después, como el regreso de Zidane, su relación con el gol y el regate o su mejor momento en el Madrid. Todo ello, con la visita del Atalanta de este martes (21:00 horas, Movistar Liga de Campeones) como telón de fondo, en el que deben intentar hacer valer el 0-1 de la ida…

Momento de la lesión: «Desde mi lesión me olvidé del lance. No veo las fotos, porque es un día muy triste para mí. Estaba bien, había jugado bien el partido de ida. Era un día que todos los madridistas sabían que podíamos ganar, y fue muy difícil para todos (…). Todo el trabajo que había hecho para este partido… Salir a los 40 minutos es un poco difícil (…). Todos los jugadores me ayudaban poniéndome balones para que hiciera algo diferente (…). Me rompí en una jugada anterior. Y pensaba: ‘No es posible que vaya a tener que salir de este partido. Voy a seguir, voy a seguir, voy a seguir’. Y llegó un balón. Y tuve que correr así 50 metros…».

Regreso con nuevo entrenador (Zidane) y perderse la Copa América: «Fue complicado. Sabía que podría ir a la Copa América… Yo quiero jugar siempre, quiero estar en todos los partidos, pero las cosas son en el tiempo correcto, y este tiempo no era el mío… Cuando te lesionas, piensas bastante: haces todo bien, y por una jugada tienes que dejar la temporada dos o tres meses. Y cambia todo».

Tiempo hasta recobrar la normalidad: «Seis o siete meses. Me quedé dos o tres meses sin jugar, y cuando vuelves a ponerte las botas siempre piensas mucho dónde puedes poner el pie, dónde no puedes ponerlo. Creo que me pasé seis meses dudando siempre. Y cuando hacía frío, me dolía sin hacer nada. Iba a ponerme la bota y me estaba doliendo».

¿Afectó al regate?: «En el uno contra uno el central siempre quiere pegar, y entonces hay que tener más cuidado. Al principio, claro. Ahora ya no lo pienso, y tampoco pienso en lesionarme otra vez».

Gol a Osasuna con lágrimas en la celebración: «Después de tanto tiempo, poder marcar, y en el Bernabéu, donde la afición me quiere tanto… Había vuelto, no estaba tan bien como antes. La exigencia en el Madrid es muy grande, la presión, todo… Cuando hice ese gol sentí un alivio…».

El gol, ¿alegría o alivio?: «Más alegría. Siempre. El gol es fruto de todo el trabajo que hacemos. El gol nos da la tranquilidad para jugar más veces, para estar mejor, para tener más confianza. El gol es el momento más bonito del fútbol».

El regate: «El regate para mí es más fácil que el gol. Tengo las cosas más controladas. Sé que soy muy bueno en el uno contra uno, y que el defensa siempre piensa bastante cuando va a jugar contra mí (…). Todos los regates que hago ahora en el Real Madrid los hacía antes en la calle. Y sin miedo. Desde São Gonçalo, nunca tuve miedo de hacer las cosas, nunca tuve miedo de encarar un adversario, y eso va a ser siempre así».

Momento soñado: «Sería algo como lo que hice contra el Barcelona, que me fui de tres jugadores, los dejé en el suelo, aunque no pude hacer el gol. Ese sería uno de los goles más importantes para mí, de los más bonitos también».

Mayor logro con el Madrid: «Ganar la Liga es el momento más importante para mí, el trofeo más importante hasta ahora. Y jugar 100 partidos con este equipo, porque solo tres leyendas jugaron 100 partidos con esta edad, y todos son de España (Raúl, Camacho y Casillas)».

Jugar con Benzema: «Karim es increíble. Soy fan suyo desde cuando yo jugaba en Brasil y veía sus partidos. Jugar con Karim es fácil. Es el mejor delantero del momento. Jugar con Karim es bueno para mí, es tener un ídolo siempre conmigo. Siempre me dice las cosas que tengo que hacer, y a él también le gusta jugar conmigo».

TOMADO DE DIARIO AS