El 29 de diciembre se confirmaban las noticias aparecidas en los días anteriores: Diego Costa dejaba Atlético de Madrid. Lo anunciaba el propio club en un comunicado oficial y se despedía también el atacante, muy cariñoso, en redes sociales. Si eso extrañó, más sorprendente resultó que el delantero no firmase con nadie y se encontrara sin equipo desde entonces.

En este contexto, ahora es Benfica el que aparece como una opción muy viable para el goleador de 32 años, que en el arranque de su carrera ya jugó en el fútbol luso (Penafiel y Braga).

El acuerdo de desvinculación con el Atleti pudo llegar después de negociaciones con cantidades importantes de por medio. Finalmente, la dirección deportiva accedió a liberar al jugador con una rebaja de 25 a 15 millones en la penalización si reforzaba a un rival directo en Liga o Champions.

Costa, preocupado por un problema personal, se marchó enseguida a Brasil, donde se encuentra también en estos momentos.

Desde su Lagarto natal, el hispanobrasileño recibió diferentes propuestas. Las de los clubes de su país no le convencen porque no le entusiasma lo que rodea al fútbol allí y porque a su edad se ve con fuerzas y ganas de continuar dando pelea en Europa. Benfica le ofrece una prima de fichaje de 3 millones de euros y un sueldo de otros 3 millones netos por temporada.

A Costa le seduce la posibilidad de reforzar a un histórico como el el club de las Águilas, que este curso marcha cuarto y sumará su segunda campaña consecutiva sin llevarse la Liga.

Quedan muchos detalles por concretar, como la extensión de la vinculación (se barajan dos o tres años) para que se materialice la incorporación. Esta se produciría para la 2020/21 y devolvería al punta al país en el que, firmado por Sporting Braga en la 2005/06, comenzó en la élite.

Fuente: Directv Sports