Karim Benzema ha mostrado en la revista Icon (El País) su lado más fashion y personal. El delantero, líder del Real Madrid desde la marcha de Cristiano Ronaldo, tiene referentes y modelos pero se ha hecho a sí mismo y no necesita que le defiendan, aunque admite que es algo sensible.

“Vengo de un barrio donde las cosas eran difíciles. Cuando veía a los chicos mayores bien vestidos y con coches bonitos, lo que quería era ser como ellos”. Nunca tuvo ídolos, pero sí modelos: “En el fútbol es Ronaldo, el brasileño”. “A Tyson lo admiro porque los dos venimos de abajo y fuimos subiendo poco a poco. Nunca lo tuvimos fácil, ni nos regalaron nada”.

Lleva más de una década de blanco y es el gol del Madrid: “La marcha de Cristiano me permitió desempeñar un papel distinto. Él marcaba 50 goles cada año y había que adaptarse a su juego. Es uno de los mejores del mundo y yo estaba feliz a su lado”. De Zidane también solo tiene buenas palabras: “Es un hermano mayor para mí, siempre está para aconsejarme”.

Benzema quiere subrayar que no es un tipo frío: “Tengo sentimientos, pero nunca mostraré mis debilidades aunque las tenga. Cuando estoy mal, me lo guardo”. Tiene afición por los coches de gama alta (“¿A quién no le gustan?”), la música (“Ahora escucho a Big Ben, un chico de mi barrio”) y la moda (“Incluso un chándal puede ser bonito, lo más importante es que te gustes a ti mismo”).

No esconde su animadversión a los racistas: “Es asqueroso, horrible y sucio. Todos somos iguales”. Y desvela que “solo tengo un amigo, lo que demuestra que la amistad es muy importante para mí”. Y se moja sobre si el dinero da o no la felicidad: “El dinero facilita mucho las cosas, pero no hacen falta millones para ser feliz”.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO