El triunfo de River en Vicente López fue muy sufrido. Pero más que por las atajadas finales de Armani, por la lesión escalofriante de Javier Pinola. El capitán, que venía haciendo un muy buen partido, cayó muy feo al disputar una pelota cruzada aérea con Tiago Palacios a los 15 minutos del segundo tiempo, apoyó todo su peso en el brazo derecho y se lo dobló en una imagen no apta para gente impresionable. “¡Me quebré, me quebré!”, se escuchó en la transmisión del partido que el central gritó instantáneamente después de tocar el piso.

El parte médico que sacó River una vez terminado el partido confirmó lo que lamentablemente se esperaba después de ver la caída de JP22 y de su propio testimonio: fractura del antebrazo derecho para el zurdo que cumplió 38 años el pasado miércoles. Un bajón para él, para Gallardo y para todos sus compañeros, que quedaron muy afectados después de la salida del defensor (en su lugar ingresó David Martínez, que hizo su redebut después de su paso por Defensa y Justicia): directamente fue trasladado en ambulancia a un sanatorio en Zona Norte, en San Isidro, acompañado por médicos del club y el diagnóstico no tardó en llegar.

Así, Pinola será baja por un buen tiempo: entre dos y tres meses le llevaría volver a las canchas. Primero deberá soldarse el hueso y después, de a poco, regresará a los entrenamientos. Por eso es un dolor de cabeza para el Muñeco: no sólo pierde a un bastión del fondo que deberá reemplazar con Martínez, Maidana o el regreso a la línea de cuatro defensores con el ingreso de un volante (¿Palavecino?), sino también a un entrenador dentro de la cancha como es Pinola, que ahora deberá hacer reposo para luego empezar con su recuperación.

Es una lesión que le llega en un momento muy inoportuno a JP: venía levantando su nivel y se entusiasmaba, como dijo en las últimas horas, con seguir un buen tiempo en el club, algo que sin dudas sucederá: su contrato finaliza en junio pero no debería haber problemas para que lo renueve por una temporada más y termine siendo, ante el inminente retiro de Ponzio (a mitad de año o en diciembre, según sus palabras), el gran líder y capitán de este plantel. Y luego, probablemente, proyectar su carrera como entrenador con chances de empezar a trabajar en las Juveniles del CARP. ¡A volver rápido, Javi!

TOMADO DE DIARIO OLÉ