Carlos Menem, quien fue presidente de Argentina entre los años 1989 y 1999, falleció este domingo, a los 90 años, según confirmaron fuentes del Sanatorio Los Arcos, donde se encontraba internado desde el 15 de diciembre pasado.

En una primera instancia, Menem había sido trasladado al Sanatorio para ser sometido a un control médico prostático. En dicho chequeo, se le diagnosticó una infección urinaria que complicó sus problemas cardíacos. Según le informaron a Clarín miembros del entorno del ex mandatario, en las últimas horas su cuadro sufrió complicaciones, que derivaron en su fallecimiento.

A fines del 2020, el ex presidente había sido inducido a un coma farmacológico, tras sufrir un fallo renal, en el marco de su delicado estado de salud. Sin embargo, había salido del coma y en el último tiempo se encontraba recuperándose.

Abogado de profesión, Menem fue presidente en dos mandatos consecutivos, de 1989 a 1999, tras haber sido gobernador de La Rioja, su provincia natal, entre 1973 – 1976 y 1983-1989. Los vínculos entre Menem y el deporte fueron un clásico a lo largo de sus años de mandato. Hincha fanático de River, no fueron pocas las veces que se lo vio posando con una camiseta del Millonario, gorritos o cualquier otra prenda del club de Núñez.

De hecho, en agosto de 1999 Menem estuvo presente en el Monumental para participar de la despedida de Enzo Francescoli. Desde un palco, siguió todo el homenaje junto a Julio María Sanguinetti, por aquel entonces, presidente de Uruguay. “Fue un jugador de estupenda calidad, un ser excepcional que me permitió vivir jornadas maravillosas”, expresó ese día.

Durante su mandato al frente del país, River ganó 10 títulos, entre ellos la Copa Libertadores de 1996 y la Supercopa de 1997.

Pero su fanatismo por River no impidió que también sintiera una devoción especial por Diego Maradona, con quien se encontró en varias oportunidades y a quien le entregó un pasaporte de embajador deportivo itinerante en la previa del Mundial de Italia de 1990. En ese mismo certamen, el ex presidente estuvo presente en el debut, en la derrota 1-0 ante Camerún y tampoco se perdió la final con Alemania. En la vuelta del plantel a Argentina, recibió al plantel en la Casa Rosada.

El amor de Menem trascendía las barreras de un simple espectador, también le encantaba practicarlo. “Yo me formé en la escuela del deporte y por eso estoy convencido de que detrás de un hombre que hace deportes hay un hombre bueno”, aseguró allá por agosto del 1989, tras participar de un evento benéfico en el Luna Park, donde disputó un partido de básquet con las principales figuras del deporte argentino.

Así como se animó al básquet, también jugó al tenis, al fútbol, manejó autos de carrera, se sentó del lado del copiloto, fue boxeador y, entre otras tantas cosas, también practicó golf.

Durante su gestión, realizó obras el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), se realizaron los Juegos Panamericanos de Mar del Plata 1995, donde Argentina logró una importante cosecha de 159 medallas. El regreso de la Fórmula 1 a Argentina también en 1995 y el Mundial de Básquet de 1990, que tuvo a Yugoslavia como campeón, fue otro de los grandes eventos que se disputaron durante su mandato.

Con respecto a la Fórmula 1, tras su vuelta a país después de 14 años, se disputaron un total de cuatro Grandes Premios. “Es un hombre muy agradable, y demostró ser una persona sencilla, que no quiere estar alejada de las cosas más simples”, había asegurado Michael Schumacher, heptacampeón de la Máxima, quien fue invitado por el mismo Menem a la Quinta de Olivos y tuvo la posibilidad de compartir tiempo junto al ex presidente.

El automovilismo también era una pasión para Menem. En 1984, años antes de ser elegido presidente y cuando ya era gobernador de La Rioja, participó del Rally de la República Argentina, una fecha que fue parte del Mundial y que se llevó a cabo en Córdoba. En esa competencia, corrió con un Peugeot 504, con el 71 grabado en los laterales.

Pero si hablamos de compartir tiempo junto a figuras del deporte mundial, no podemos dejar de mencionar a Guillermo Vilas y Gabriela Sabatini, con quienes se dio el lujo de enfrentarse en una cancha de tenis en distintos eventos.

Con respecto a los Juegos Olímpicos, durante su mandato, Argentina participó en Barcelona 1992 y Atlanta 1996, donde sólo se consiguieron cuatro medallas en total.

También pasó a la historia la imagen de Menem con la camiseta de San Lorenzo, el día que disputó un partido en el Nuevo Gasómetro. Su equipo ganó con un penal ejecutado dos veces por Menem, porque el primero se había ido por arriba del travesaño, y el presidente de San Lorenzo, Fernando Miele, le dio el título de “presidente honorario”.

TOMADO DE DIARIO OLÉ