Neymar está cerca de cerrar su renovación con el PSG por cuatro temporadas, como informó TNT Sports esta misma semana, con lo que el equipo parisino deja atrás un pasado tormentoso de disputas con el brasileño y se asegura a uno de los atacantes más decisivos del mundo para seguir peleando por su gran objetivo: la Champions League, que ya rozó el curso pasado. La temporada 2021-22 tiene especial significado para el PSG: mediado el curso tendrá lugar el Mundial de Qatar (el club parisino es de propiedad catarí) y la idea es que esa temporada el cuadro de la capital francesa ya haya conseguido un título europeo o esté en vías de hacerlo para mayo de 2022. El PSG no reparará en gastos para componer una plantilla ganadora que cruce esa línea de meta.

El siguiente paso es la renovación de Mbappé, en principio más complicada que la de Neymar: el francés finaliza contrato en junio de 2022, por lo que el próximo verano le quedará un año para poder irse gratis y será para el PSG el momento de decidir. Si no renueva, tendrá que venderlo para sacarle rendimiento económico (le costó 180 millones de euros, procedente del Mónaco), con el Real Madrid y el Liverpool como los mejores colocados, llegado el caso.

Mbappé ha venido rechazando las ofertas de renovación que le hacía el PSG desde hace ya dos años, gracias a un contrato ya muy voluminoso (cobra unos 21 millones netos por curso) y con la cabeza puesta en no cerrarse vías de futuro; el Madrid, equipo por el que siente pasión desde la niñez (en concreto, por Cristiano Ronaldo), asomaba en el horizonte. Sin embargo, en las últimas semanas parece que las posturas se han acercado, como evidenció el propio Mbappé en una entrevista con L’Equipe: «Estamos negociando, me encuentro bien aquí. Si renuevo, será para estar muchos años aquí, estoy reflexionando. Quiero pensar en lo que quiero hacer los próximos años, dónde quiero estar…».

Neymar y Mbappé, de pronto inseparables

Unas declaraciones en las que mantiene la puerta abierta a buscar una salida que ya intentó en el pasado (Unai Emery, su entrenador dos años, ya explicó que tuvieron que frenar sus ganas de irse a Madrid tras sólo un año en París), pero en las que también valora la opción de quedarse y hacer carrera en el fútbol francés como trampolín para reinar en Europa. El primer paso que debía dar el PSG era asegurar compañeros de viaje de su nivel y con la renovación de Neymar han cumplido en ese sentido.

La relación entre ambos no siempre fue la mejor. No en lo futbolístico, faceta en al que se entienden a las mil maravillas, pero sí en cuanto al liderazgo del vestuario. Tras finalizar la temporada 2018-19, Mbappé soltó la bomba segundos después de ser reconocido como el mejor jugador de la Ligue 1 aquel curso: «Quizás sea feliz aquí, quizás en otro sitio. Creo que es el momento de tomar una mayor responsabilidad». No lo explicitó, pero desde todos los sectores se entendió el mensaje como una crítica al papel protagonista de Neymar, por encima de él mismo, pese a que ya había guiado a Francia hasta un campeonato del Mundo en Rusia 2018.

Ahora, sin embargo, las posturas están más cercanas que nunca. El propio Neymar lo dejó claro en Telefoot, hace apenas unos días: «Me quedo en el PSG, han cambiado bastante las cosas, quiero seguir y espero que Mbappé lo haga también». El francés le correspondió al día siguiente, en una entrevista a ‘France Football’: «Neymar es el mejor del mundo, sabe hacer de todo. Siempre he creído que los grandes jugadores deben jugar juntos. Los estatus estaban decididos desde el principio: él es el centro del proyecto, yo estoy aquí para ayudarle. Nunca olvidaré cómo me ayudó en mis inicios, es un buen chico». Toneladas de jabón entre ambos que revelan un posible futuro juntos en el PSG que antes no parecía cercano… y ahora tiene mejor pinta.

Pero no sólo de buenas palabras vive el hombre futbolista. El dinero es un asunto central en este caso, con el PSG proyectando pérdidas de 204 millones para este curso debido a la pandemia. El deseo ferviente de su presidente, Nasser Al Khelaifi, de formar un equipo de estrellas choca con la realidad financiera de la entidad, que le paga a Mbappé 21 millones netos al año y a Neymar, en torno a 35; son las cifras de sus contratos actuales, previsiblemente crecerían en sucesivas renovaciones, aunque no han trascendido detalles económicos del acuerdo del brasileño.

Pérdidas de 200 millones… y Messi

La renovación de Neymar, indefectiblemente, cerrará espacio salarial para Mbappé, con el PSG necesitado de recortar salarios para no saltarse el Fair Play Financiero de la UEFA. Y un nombre surge en el horizonte: Lionel Messi. El argentino sigue sin aclarar si renovará con el Barcelona o si se marchará libre a otro equipo. Si sucede lo segundo (opción muy factible, la situación económica del Barça es crítica y su salario de más de 70 millones limpios por curso, inasumible), el PSG ya dejó claro en boca de su director deportivo, Leonardo, que quiere competir por ese fichaje: «Un jugador así siempre está en la lista del PSG».

Y añadió: «¿Neymar o Mbappé? La situación es difícil, ¿qué equipo tiene los medios financieros para pagarles ahora mismo sus salarios? Creo que nadie…». Si Messi entra en la ecuación, obligatoriamente debe salir uno de los dos. Y Neymar ya ha dicho que se queda en París, donde quiere reunirse con su amigo Messi. El brasileño, con su renovación, quiere acercar que Mbappé siga el mismo camino pero, al mismo tiempo, constriñe ese camino económicamente y potencia su marcha. Una balanza de difícil predicción, a cuatro meses del cierre de la temporada.

TOMADO DE DIARIO AS