Uno de los encuentros más interesantes de la 22ª cita del calendario de la Premier League iba a transcurrir en el Molineux Stadium, escenario donde el Wolverhampton Wanderers confiaba en retomar la senda del triunfo después de claudicar frente al Crystal Palace. Para ello, los pupilos dirigidos por Nuno Espírito Santo, viejo conocido del Valencia, tendrían que superar al Arsenal de Mikel Arteta. Un plantel londinense que, dicho sea de paso, no había pasado del empate contra el Manchester United.

La contienda comenzaría con una oportunidad de oro para los visitantes en las botas de Bukayo Saka, previo desplazamiento en largo de Thomas Partey (ex del Atlético de Madrid). Sin embargo, el chut del joven talento gunner se toparía con la madera. Poco después, Rui Patrício tendría que intervenir para demostrar su fiabilidad bajo palos, al tiempo que el trencilla invalidaría una diana de Saka por posición antirreglamentaria de Alexandre Lacazette. Por su parte, los Wolves probarían fortuna con un testarazo de Max Kilman, junto con un golpeo de un Nélson Semedo (recordado por la afición del FC Barcelona) que estaba cuajando un gran partido.

Nicolas Pépé, que había avisado previamente con un disparo que se estrellaría en el larguero, aventajaría al Arsenal con una diana de muy bella factura (0 – 1). Sin embargo, en una acción que propiciaría la expulsión de David Luiz por derribar a Willian José (a préstamo por la Real Sociedad) en el interior del área, propiciaría el empate con motivo del gol de Rúben Neves desde el punto de penalti (1 – 1). Tras la reanudación, el Wolverhampton culminaría la remontada con una obra de arte de Joao Moutinho (2 – 1), a lo que conviene añadir que los de Arteta acabarían el envite con nueve hombres sobre el campo por la roja directa a Bernd Leno. Así las cosas, los tres puntos se quedarían en el zurrón de los Wolves.

Tomado de fichajes.com