El Nápoles no vive un momento sencillo. Tras la inmerecida derrota con el Inter, los azzurri cayeron frente a la Lazio y salvaron un empate sobre la bocina gracias a un golazo de Insigne ante el Torino. No parece casualidad que la crisis de los sureños haya coincidido con el regreso de la miastenia ocular de Rino Gattuso, que lleva semanas apareciendo en el banquillo con un parche en el ojo izquierdo y evitando las entrevistas.

Tras el encuentro con los granata, el técnico quiso dar la cara, mostrándose con gafas, sin parche y un ojo medio cerrado. Lo hizo para lanzar un mensaje: «Quiero decirle algo a los chiquillos que no se ven guapos en el espejo. La vida es bella y hay que enfrentarla sin esconderse. Sé que mis jugadores sufrieron viéndome así. He leído que estaba muerto, que me queda un mes de vida… Tranquilos, no me muero. Estoy vivo».

El exrossonero contó su enfermedad, que lleva tiempo causándole problemas: «Tengo miastenia, hace diez años que sufro por ella, es la tercera vez que me golpea. Esta vez fue fuerte, pero todo pasará, el ojo se arreglará. Veo doble, es difícil estar de pie, solo un loco como yo puede conseguirlo».

‘Ringhio’, a su manera, explicó por qué decidió seguir trabajando a pesar de su problema: «No me gusta vivir momentos así, pero lo acepto porque en la vida hay cosas peores. Hago lo que me gusta, esta es mi vida y si debo decidir como irme, quiero que sea donde pasé toda mi existencia: en el campo».

FUENTE: AS.