Jan Laporta quiere ayudarse del Real Madrid para ganar las elecciones del Barcelona mientras el Barça puede, paradójicamente, echarle un cable al club blanco en el fichaje de Kylian Mbappé. La bola del sorteo del pasado lunes ha introducido una nueva variante en el enrevesado futuro de la estrella francesa. Ese duro choque de octavos contra el Barça de Messi pone en serio peligro el nuevo intento de Mbappé por alzar su primera Champions. Sus lágrimas en la última final de Lisboa previnieron al PSG, al que pidió públicamente fichajes para terminar de echarle al fin el lazo a la Copa de Europa, un título que obsesiona al atacante parisino. Mbappé da largas una y otra vez a las ofertas de renovación, sigue mirando a Madrid y el club blanco está apilando ladrillo a ladrillo las bases de una operación económica que sería el fichaje más caro de la historia de la entidad.

El PSG tenía pensado terminar 2020 con un significativo avance en la renovación de sus grandes estrellas, Mbappé y Neymar, y así lo anunció Leonardo, pero los tiempos no han sido los esperados. Del «vamos a intensificar las negociaciones» del director deportivo parisino a sus aficionados hace un mes nunca más se supo. Mbappé no tiene pensado pillarse los dedos. Al menos hasta febrero, cuando se medirá al Barça, no se prevé acercamiento alguno. Si Messi le genera otro chasco como el que sufrió por parte del Bayern hace cuatro meses, y más con el PSG teniendo el partido de vuelta en el Parque de los Príncipes, el escenario cambia y además el jugador no se sentiría obligado moralmente a quedarse. Su marcha sería entendible por la opinión pública francesa y más si es para ubicarse bajo el ala de Zidane, ídolo nacoinal.

Una operación que implica paciencia

Y para eso viene preparándose el Madrid. Por eso el club lleva un control espartano de sus cuentas en medio de la pandemia y ha ido haciendo hucha con ventas selectivas. El fichaje de Mbappé no sería uno al uso. Es una contratación estratégica que además estimularía de manera muy notable los ingresos del club. También se uniría al plan de inaugurar el nuevo Bernabéu, otro maná económico que espera la entidad pese al desembolso por la reforma y por eso está acelerando al máximo la obra. Mbappé más un estadio flamante, es la fórmula ganadora que quiere el Madrid. Pero puede pasar, en un extraño giro futbolístico, por una ayuda involuntaria del Barcelona en febrero…

TOMADO DE DIARIO AS