Florentino Pérez ya conoce de sobre la asignatura “echar al entrenador con la temporada en curso”. Y su experiencia no ha sido muy enriquecedora, a excepción del relevo de Rafa Benítez por el propio Zidane, en enero de 2016, que cinco meses después permitió al Madrid ganar la Champions ante el Atleti. Pero en las tres ocasiones en las que el presidente destituyó al técnico con el curso ya iniciado se terminó de mala manera y fue peor el remedio que la enfermedad. Así sucedió todo:

Relevo de Camacho (2004-05)

En realidad el técnico de Cieza dimitió, aunque la espada de su destitución estaba ya afilada tras una estrepitosa derrota en Champions ante el Bayer Leverkusen (3-0), acompañada de la sustitución de Figo y Ronaldo a falta de media hora, lo que en la planta noble se interpretó como una provocación. Tras perder a los cuatro días en Montjüic ante el Espanyol, Camacho dimitió. Le suplió otro veterano querido en el Bernabéu, García Remón, pero Florentino lo despidió en el parón navideño tras una tensa discusión protagonizada con el exportero madridista en Santander al decidir dejar en el banquillo a Beckahm y Roberto Carlos en El Sardinero. De inicio alineó al canterano Javi García y eso le pasó factura en la planta noble. El Madrid ganó al Racing por 2-3, pero aun así el despido de García Remón y llegó en su lugar Luxemburgo, un brasileño con más sonrisas que currículo. El brasileño hizo reaccionar algo al equipo, pero no pido evitar perder esa Liga a favor del Barça (llevaban los culés cuatro años sin conseguirlo) y también quedó apeado de la Champions, al caer en octavos ante la Juventus. En Liga quedó segundo, a cuatro puntos de los azulgrana.

Relevo de Luxemburgo (2005-07)

El brasileño cayó en desagracia en vista de que su famoso ‘cuadrado mágico’ no daba réditos en la cuenta de resultados. Los Galácticos iniciaban su decadencia, siendo ya el último curso de Figo en el equipo. Tras una serie de derrotas que le descolgaban de la lucha por el título de Liga (el 0-3 con el Barça y el Bernabéu aplaudiendo a Ronaldinho fue el detonante final), Florentino lo despidió y puso en su sitio a López Caro, que había triunfado con el Castilla. Se fue Sacchi y Benito Floro fue nombrado director deportivo. La nueva dupla no funcionó y tras una derrota dolorosa en Mallorca (2-1) fue el presidente el que dimitió alegando que quizás había sido demasiado condescendiente con los jugadores. López Caro quedó sentenciado tras quedar eliminado el equipo de la Champions a manos del Arsenal de Henry. El Madrid acabó de nuevo segundo, por detrás del Barça y nada menos que a 12 puntos de desventaja. López Caro fue destituido (acabó en el Racing de Santander) y hubo Elecciones a la Presidencia. Llegaron después Ramón Calderón al palco y Fabio Capello al banquillo.

Relevo de Rafa Benítez (2015-16)

La mejor experiencia de Florentino al decidir cambiar de montura en mitad del trayecto. Tras un triste empate en Valencia de nuevo el parón navideño fue aprovechado por el presidente para diseñar el relevo. Benítez, que tenía dos años más de contrato, fue despedido y Florentino ascendió a Zidane del Castilla al primer equipo. El carisma del francés y sus logros en su etapa de jugador lograron que tanto el vestuario como la afición lo recibiesen con los brazos abiertos. Cinco meses después, Zizou ganaba la Undécima en San Siro ante el Atleti del Cholo Simeone, tras empatar 1-1 y ganar los blancos en la tanda de penaltis al materializar los cinco lanzamientos. Un exitazo para Zidane que después ganó otras dos Champions más consecutivas. Nadie más puede presumir como entrenador de semejante logro.

Relevo de Lopetegui (2018-19)

El Madrid contrató al guipuzcoano, lo que provocó por sorpresa la reacción airada de Luis Rubiales, que lo destituyó como seleccionador a cuatro días de empezar el Mundial de Rusia. La cosa ya empezó torcida para el buen entrenador vasco. Pese a unos resultados iniciales aceptables (un 3-0 a la Roma en Champions con gran juego), la goleada sufrida en el Clásico del Camp ante un Barça sin Messi (5-1) fue el epitafio de su adiós al club que siempre soñó entrenar. Ante la falta de soluciones (el vestuario frenó la llegada de Antonio Conte), Florentino tiró de Solari, el técnico del Castilla. Aunque el argentino tomó decisiones drástica que ahora han revalorizado su valentía (sentar a Isco y Marcelo), perder en una semana en Liga, Copa y Champions quedando apeado de las tres competiciones le costó el puesto. En marzo Florentino llamó a Zidane, que le debía una tras dimitir por sorpresa tras ganar en Kiev la 13ª. Pero la recta final en Liga fue un desastre, lo que no evitó que Zidane siguiera… hasta hoy.

TOMADO DE DIARIO AS