Llegó la ocasión. Será una jornada diferente. Quién lo diría en Uruguay, un país acostumbrado a tomar decisiones muy drásticas cuando sopla el primer viento de la mañana. Óscar Tabárez, el entrenador que dirige a la selección uruguaya desde marzo de 2006, está ante la inmensa oportunidad de alcanzar un lugar de enorme privilegio en el mundo. Sí, el maestro puede conseguir hoy, cuando Uruguay visite a Ecuador en la Casa Blanca de Quito a partir de la hora 18, ser el segundo entrenador en la historia del fútbol mundial en lograr 100 triunfos con una selección.

Allá arriba lo espera el alemán Joachim Löw, que con la selección de Alemania tiene el enorme mérito de haber acumulado 118 imposiciones. Y, lo más imponente de todo, es que ese número lo consiguió con 184 partidos.

La tarde-noche de Quito tendrá en juego, además de la gran posibilidad de repetir un comienzo de Eliminatorias similar al de la anterior, cuando en el camino hacia Rusia 2018 se ganó los dos primeros cotejos (2-0 a Bolivia en La Paz y 3-0 a Colombia en el Centenario), ese premio extra para la familia Celeste. Es para toda la gran familia del combinado porque así se asume cada conquista individual, cada registro que permite ir escribiendo historia.

Tabárez ya hace rato que ha logrado tirar abajo barreras estadísticas internacionales, porque su continuidad por 14 años en una Selección ya es un hito por sí solo. Pero a ello le agregó la suma de 203 partidos dirigidos y 99 victorias.

Ese número, que lo dejó al borde del centenar, es lo que ha convertido al entrenador de Uruguay en el segundo DT con más triunfos con un combinado nacional. Atrás quedó el alemán Sepp Herberger que alcanzó 96 victorias con el combinado teutón, el español Vicente Del Bosque que sumó 89 con la Roja y el también alemán Helmut Schön que festejó 87 imposiciones.

Los sucesos de Tabárez no se quedan atados en exclusividad al número total de partidos y ni siquiera al hecho de que llegue a los 100 cotejos ganados (puede ser hoy o sino más adelante). Tabárez busca en esta fase de clasificación de la Copa del Mundo llegar a su quinto mundial. Lo haría nuevamente con la selección uruguaya y eso lo pondría un sitial inédito, porque nadie antes lo logró dirigiendo a un único combinado.

Si Uruguay llega a clasificar a la Copa del Mundo, también seguirá escalando posiciones en el ranking que lo encuentra con los entrenadores de mayor cantidad de juegos mundialistas. Hasta la fecha tiene 20, de los cuales ganó 10, perdió 7 y empató 3. Hoy lo superan Helmut Schön (25), Carlos Alberto Parreira (24) y Luiz Felipe Scolari (21). Y atrás dejó al propio Löw que tiene 17.

Atravesar este periodo Eliminatorio rumbo a Catar 2022 para seguir creciendo en esa tabla histórica no es un camino sencillo. Las espinas suelen estar a la vuelta de la esquina. Aunque también aquí las cuentas matemáticas dejen a Tabárez bien parado.

Porque hasta la fecha lleva ganado el 54% de los puntos disputados. Gracias a los 26 triunfos y 16 empates de los 58 encuentros dirigidos por las siempre durísimas Eliminatorias Sudamericanas.

No es una prueba de terror, ni siquiera una presunción de que es engañoso esperar una imposición de Uruguay frente a “La Tri” del argentino Gustavo Alfaro. Tampoco se está ante una desmedida suposición de que Uruguay tendrá la posibilidad de ir suelto de cuerpo por el verde jardín de Quito que está ubicado allá arriba, a 2.850 metros de altitud. Es un hecho real. Auténtico.

Uruguay tiene equipo para sumar los seis puntos de la primera doble fecha clasificatoria. Sin perjuicio del vaivén que ofreció el estreno ante Chile, el equipo sigue teniendo un plus. Una fuerza interior muy grande.

Las posibilidades de crecer un poquito más en el trabajo colectivo alimentan las sospechas de que el entrenador que ganó el 57% de los puntos que disputó con la selección uruguaya de fútbol (empató 52 y perdió otros 52), que acumula 20 imposiciones frente a combinados europeos (el último frente a Portugal en el Mundial de Rusia), tiene la gran chance de ser un conductor de 100 victorias internacionales con una selección.

Es una gran ocasión. Premio al mérito de haber logrado inspirar a los futbolistas para poner a Uruguay otra vez en la cima de la consideración mundial y reconocimiento al hecho de que consiguió soportar los huracanes políticos que arremetieron contra la AUF.

De aquel marzo de 2006 a este octubre de 2020 pasaron dirigentes, futbolistas históricos, un capitán de leyenda y muchos niños que crecieron afianzando un vínculo irrompible con la Celeste.

Este 100, producto de lo marcado, tendrá su peso en oro cuando los años evoquen el camino recorrido. Y esa, también, es una gran recompensa.

TOMADO DE OVACIÓN DE URUGUAY