“Mi mensaje a los seguidores del Liverpool es que tenemos que cambiar, de dudosos a creyentes”. Jürgen Klopp se presentó así ante su nueva afición hace exactamente cinco años, dejando claras sus aspiraciones de devolver al Liverpool a lo más alto.

Un 8 de octubre de 2015, el técnico alemán fue anunciado como nuevo entrenador ‘red’, iniciando un camino en el que ha cosechado una Champions League y ha dado al club la primera Premier en 30 años.

Klopp se encontraba de vacaciones en Portugal junto a su mujer y sus dos hijos cuando recibió la llamada de su agente. Marc Kosicke le transmitió el interés del Liverpool en ficharle y rápidamente se emocionó.

“No recibía muchas llamadas telefónicas en ese tiempo, era como: ‘Vamos, no me molestes’. Pero luego la vi y fue como si tuviera la sensación de que podría ser algo importante. Así que cogí el teléfono y él (Kosicke) me contó todo, y sentí la emoción por dentro”, explicó Klopp.

El alemán se entusiasmó, al igual que su familia. “Pero debido a todas las cosas que le dije antes a mi familia, no pude decir inmediatamente: ‘¡Sí! ¡Vamos a hacerlo!’ Tuve que preguntar: ‘¿Cuál es tu opinión?’. “Todavía recuerdo que ambos chicos decían: ‘¡Sí!’ Miramos a Ulla (su mujer) y ella nos miró a los tres: ‘¡Oh, parece que se acabaron las vacaciones!’ “, pronunció la esposa de Klopp.

A partir de ahí de fraguó su fichaje por un Liverpool que llevaba tiempo en horas bajas.

Primer año modesto

Con Klopp a los mandos, se empezó una revolución. Gerrard ya no estaba, Sterling había decidido irse al Manchester City y el club reforzó la delantera con Firmino y Benteke. Ese verano también habían llegado Milner y Joe Gómez, dos jugadores clave en los últimos tiempos.

El primer curso con Klopp terminó con el equipo octavo en la Premier y con la derrota en las finales de la Europa League y la Copa de la Liga.

Sin competición europea que disputar, el alemán inició una limpia en el equipo e incorporó a Mané y Wijnaldum. Aquel año el Liverpool terminó cuarto y regresó a la Champions.

Final de la Champions

El verano de 2017 se fichó a Salah y Robertson, dos piezas que potenciaban aún más una plantilla que ya apuntaba maneras. A media temporada, la venta de Coutinho permitió la llegada de Van Dijk y Klopp consiguió llevar al equipo hasta la final de la Champions, cayendo ante el Real Madrid.

Las tres finales perdidas no puso en duda a Klopp, que siguió con la confianza de los gerentes. El aterrizaje de Alisson aquel verano fue la guinda del proyecto del alemán, preparado para luchar por todas las competiciones.

El Liverpool peleó hasta el final con el City para coronarse como rey de la Premier en una de las ligas más apretadas que se recuerdan, sin embargo los ‘reds’ no pudieron batir al equipo de Guardiola a pesar de haber sumado 97 puntos, uno menos que los ‘citizen’.

En Europa el estilo de Klopp funcionaba a las mil maravillas, remontando ante el Barça para luego alzarse con la Champions, el primer título del alemán en el club.

Rompe el gafe

La historia más reciente de Klopp en el Liverpool es un nuevo hito. El preparador alemán pudo romper con el gafe ‘red’ en la Premier (30 años sin ganar una liga) y el curso pasado conquistó el título.

Klopp ha sabido confeccionar y moldear una plantilla ganadora, pero lo más importante es que su mensaje de hace cinco años haya calado y los aficionados del Liverpool ya no duden de que su equipo puede pelear por todo.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO