La Supercopa de Europa significó el regreso de los aficionados a las gradas de un partido organizado por la UEFA. La experiencia resultó un éxito y, como afirman desde la sede de Nyon, el inicio de un camino que debe terminar con la ansiada normalidad. El Bayern-Sevilla ha sido el principio del fin.

Desde la UEFA valoran lo sucedido de manera muy positiva. «La organización del partido se ha desarrollado sin problemas. Los espectadores aceptaron las medidas de precaución y siguieron las directrices e instrucciones sanitarias proporcionadas por los miembros de seguridad. La UEFA evaluará ahora a fondo los distintos aspectos de la organización junto con la Federación Húngara de Fútbol y las autoridades locales».

Aleksander Ceferin siempre ha dado prioridad a las decisiones de los gobiernos en la toma de decisiones desde que se inició la pandemia. En los dias previo a la Supercopa reconoció que añoraba a los aficionados.

Desde la UEFA inisisten en lo mucho y bueno que representa el aficionado en el fútbol. «Estamos encantados de volver a sentir un verdadero ambiente de fútbol y esto demuestra una vez más que los aficionados son el alma del juego y que el fútbol es tan grande gracias a su pasión y apoyo».

FUENTE: MARCA.