Leo Messi es el principal argumento del FC Barcelona para superar el viernes al Bayern de Munich y seguir soñando con levantar la sexta Copa de Europa en Lisboa. Y Leo Messi es la gran preocupación y la pesadilla del Bayern de cara al duelo del próximo viernes. Porque el argentino acabó tocado el duelo ante el Nápoles, pero es sólo una contusión y estará en perfectas condiciones para medirse a los alemanes.

Tras golear al Chelsea en los dos partidos de octavos, en Munich asumen la vitola de favoritos. Tienen a Lewandowski en el mejor momento de su carrera, una plantilla más equilibrada, jugadores jóvenes que ya deslumbran entre los veteranos y llegan en un momento excepcional al duelo ante el Barça. Pero no tienen a Messi, un futbolista al que tienen pánico.

El sábado ante el Nápoles el 10 azulgrana demostró que le han sentado muy bien las vacaciones tras la Liga. En la segunda parte, tocado por la patada de Koulibaly, bajó su rendimiento, pero en la primera rindió al máximo nivel y guió al Barça hasta la final a ocho de Lisboa. Marcó un golazo inverosímil, anotó otro anulado por una mano más que dudosa y provocó el penalti que transformó Suárez. Tras una temporada atípica, marcada por las lesiones primero y por la pandemia después, con 33 años Messi ha vuelto a mostrar su mejor nivel y sólo eso es suficiente para que el Barça se permita el lujo de soñar con la Champions.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO