El entrenador del Real Madrid, Zinedinde Zidane, acudió a la sala de prensa del Real Arena y lo hizo con la tranquilidad del que se sabe nuevo líder del campeonato. Una tranquilidad, eso sí, efímera que él mismo se encargo de rebajar poniendo a todos sus jugadores en aviso. “Quedan todavía ocho partidos, puede pasar cualquier cosa y nosotros no tenemos nada más que hacer que pensar en ganar el próximo partido ante el Mallorca. Ser líderes no cambia nada”.

Sobre el tema de la noche, el de la polémica arbitral, Zidane no quiso entrar como de costumbre aunque sí que dejó claro que está cansado de que al final solo quede esa noticia tras los partidos. “Sobre la polémica me dijeron como siempre porque yo no vi las jugadas. Son cosas del árbitro. Yo no me meto ni cuando es a favor ni cuando es en contra porque entiendo que el árbitro es un profesional y es un trabajo. A mi me gusta hablar de fútbol, el resto no puedo decir nada”.

El francés, que fue elevando el tono confesó que lo que le molesta es que “al final, se habla solo de los árbitros. Hay partidos que hemos jugado antes durante la temporada y parece que no hemos hecho nada. Pero bueno, al final no lo podemos controlar y es siempre lo mismo. Creo que es una victoria merecida y ya está”.

Sobre la lesión de Sergio Ramos, el míster aseguró que, tras el partido, estaba dolorido pero que “es solo un golpe y veremos a ver cómo se puede recuperar de cara al miércoles”. Por otro lado, y siguiendo con el capitán, Zidane aseguró que “es el mejor del mundo en muchos sentidos y tiene un carácter muy importante para todo el equipo”.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO