Wesley Sneijder fue, durante un tiempo, la gran esperanza ‘oranje’. El talentoso mediapunta brilló con luz propia en el Ajax de Ámsterdam, pasó al Real Madrid y de ahí al Inter de Milán… pero no marcó una época, ni mucho menos.
Cualidades no le faltaban, pero sí actitud. Él mismo es consciente de que tenía un enorme potencial, quizá para ser uno de los mejores futbolistas del mundo. “Podría haberme convertido en Messi o Ronaldo. Simplemente no tenía ganas”, resume en el blog del periodista Gianluca Di Marzio. “Disfruté de la vida, quizá me tomaba alguna copa en la cena. Leo y Cristiano son diferentes, han hecho muchos sacrificios. Y eso está bien para mí: mi carrera, a pesar de esto, fue increíble”, relata.
A Sneijder le perdió la noche. Nunca supo cuándo frenar y la falta de compromiso y esfuerzo con el fútbol marraron su prometedora carrera, que sin embargo no se puede calificar de fracaso: cinco ligas, siete Copas, una Champions y un Mundial de Clubes, además del subcampeonato del mundo con su selección.
Retirado desde 2019, ahora intenta encajar su futuro enseñando a los más jóvenes, pero no olvida su etapa como jugador. De todos sus compañeros, destaca a uno, con quien compartió vestuario en el Bernabéu: Guti.
“Fue fantástico. Un verdadero crack. Cuando éramos compañeros no me habló durante unos meses, porque en el Real Madrid le quité el sitio. Luego comenzamos a jugar juntos y supe que era un fenómeno: lo mejor de ese equipo”, rememora.