Johan Padilla, arquero de El Nacional, conversó con Víctor Loor Bonilla para DIRECT FÚTBOL y reveló por qué terminó siendo arquero, pues cuando era muy pequeño lo ponían de zaguero central o atacante.

«A mí me gustó el fútbol por gustar, no por ninguna motivación; simplemente pateaba todo lo que veía desde el jardín, la escuela y el colegio. A mi papá le dije que me gustaba y me metieron a una escuela, Juventus de Esmeralda», expresó el golero.

Luego, contó: «Ahí conocí a Ayrton Preciado. Se dio la oportunidad de poder jugar. Yo era central, después delantero. En una final no llegó el arquero. Alcé la mano. Tapé y quedamos campeones. Atajé 4 penales y el profesor me dijo que sería el arquero de toda la temporada».

«Mi papá quería un hijo que haga los goles, no que se los hagan (risas). A mí siempre de niño me decían que era loco, fue locura tapar ese partido. Al inicio era central o delantero, y yo quería jugar, no ser suplente. Entonces tenía buenos gestos de arquero y todo se dio», añadió el cancerbero de 27 años de edad.

Finalmente, Padilla reveló: «Y gracias a Dios, me va bien. Esto se dio cuando tenía unos 7 u 8 años. Ahí nació mi carrera de arquero. Cuando pasa el tiempo fui a la selección de Esmeraldas sub 15. Me vieron en un partido unos reclutadores de Barcelona y ellos me llamaron. A los 13 años me fui a Guayaquil».

«Mi familia es muy unida, muy cristiana, por eso siempre me apoyaron. Mamá y papá me ayudan, aunque mi vida era muy conflictiva, por lo que yo era muy relajoso (risas)», sentenció.