El Bayern de Múnich venció al Hoffenheim 6 a 0 este sábado en la Bundesliga alemana. Sin embargo, los últimos 15 minutos del partido resultaron confusos tras la imprevista decisión de ambos equipos de dejar de jugar y limitarse a pasarse el balón entre ellos, como si se tratara de un calentamiento.
Las acciones se interrumpieron por primera vez al minuto 67, luego del gol de Leon Goretzka que cerró el marcador final, cuando hinchas del Bayern sacaron una pancarta en la que llamaban "hijo de puta" al dueño del Hoffenheim, Dietmar Hopp.
La plantilla del club bávaro se acercó a las graderías para instar al público a retirarla. Incluso, el legendario exportero Oliver Kahn, quien hace parte del consejo directivo, y su director, Karl-Heinz Rummenigge, no dudaron en bajar del palco y unirse a las súplicas.
Ante la negativa del grupo de espectadores de detener su comportamiento, el árbitro pidió a los equipos que se retiraran a sus vestuarios unos minutos. Al regreso de los futbolistas al terreno de juego el réferi reanudó las acciones, pero ninguno de los dos equipos mostró su intención de seguir con el encuentro, ya que en la tribuna continuaban estando presentes las pancartas y las ofensas no cesaban. Los jugadores llegaron a un acuerdo y dedicaron el tiempo restante a lanzarse el esférico unos a otros en protesta y castigo a la afición del Bayern.
Después de suspender unos minutos el partido por pancartas ofensivas de radicales del Bayern hacia el presidente del Hoffenheim, los dos equipos deciden terminar el partido dando pases en el centro entre ellos. #hoffenheimbayern
pic.twitter.com/u08BHWx5sP— SportsGenter + (@SG_ESPN) 29 de febrero de 2020