El coronavirus se ha convertido en el tema más importante de conversación en Italia.

Y no es una sensación, ni una opinión personal: lo dicen los datos. La palabra más buscada en Google el pasado lunes fue “amuchina”, un gel desinfectante para manos que está siendo muy usado desde que se conocieron los primeros casos de infección por coronavirus.

La emergencia por el coronavirus, que ya ha provocado más de 10 muertos en los últimos días en Italia, ha alterado el normal desarrollo del deporte y envuelve el futuro de las competiciones en la incertidumbre, con el Gobierno y las autoridades competentes que estudian medidas para contener los peligros.

En un contexto de máxima alerta por la difusión en Italia de esta enfermedad, la cúpula directiva del deporte italiano decidió cancelar todos los eventos deportivos previstos el último domingo en las norteñas regiones Lombardía, Piamonte y Véneto, las más afectadas por el coronavirus.

Otras federaciones, como las de motociclismo o voleibol, han ido más allá y han decidido paralizar sus competiciones en todo el territorio hasta el próximo 1 de marzo.

El presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), Giovanni Malagó, explicó que conversa de forma constante con el Gobierno y reconoció que la situación es muy “complicada” desde muchos puntos de vista, no solo sanitario y deportivo sino también, obviamente, económico.

La Serie A, con cuatro partidos de la vigésima quinta jornada cancelados, la Federación de Voleibol y la de Motociclismo, con competiciones suspendidas hasta el 1 de marzo, están tomando medidas de máxima seguridad para limitar al mínimo el riesgo de contagios.

En detalle, no se disputaron el Inter-Sampdoria, el Atalanta-Sassuolo, el Torino-Parma y el Verona-Cagliari en la Serie A, con la duda que permanece abierta sobre cómo actuar en los próximos días.

La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) está barajando la hipótesis de organizar los próximos encuentros a puerta cerrada para evitar reunir a grandes números de personas en los estadios, una posibilidad sobre la que deberá trabajar en breve tiempo también con la UEFA.

De hecho, el Inter, que no jugó este domingo ante el Sampdoria en San Siro, debería recibir el próximo jueves al Ludogorets en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Liga Europa. El encuentro no puede ser aplazado pues el viernes se celebrará el sorteo de los octavos de final. Las hipótesis abiertas incluyen celebrar el partido en un estadio “neutro”, lejos de las zonas afectadas por el coronavirus.

Un problema notable que se presenta también en la Serie A, pues el Inter tiene un calendario de eventos extremadamente denso de eventos hasta el final de la temporada. De progresar el Inter en la Liga Europa, el primer día disponible para recuperar el encuentro con el Sampdoria sería el 20 de mayo.

El fútbol a puerta cerrada se plantea como la solución más viable y ya recibió el visto buen del presidente del Juventus, Andrea Agnelli, preguntado en una entrevista a una emisora local sobre la posibilidad de jugar el derbi de Italia del próximo fin de semana contra el Inter sin público.

“Creo que en este momento la prioridad para Italia es tutelar la salud pública”, afirmó Agnelli, presidente de un Juventus que perdió un 11 % este lunes en la Bolsa milanesa por las consecuencias de la alarma coronavirus, según los analistas.

El conjunto turinés informó además en un comunicado oficial de que el museo del club y las visitas al Allianz Stadium estarán cerradas hasta al menos el 29 de marzo.

Aún más fuertes fueron las decisiones de las federaciones italianas de voleibol, el baloncesto o el motociclismo, que decidieron paralizar completamente las competiciones al menos hasta el 1 de marzo.