Gabriel Barbosa es un jugador de temer y River deberá estar muy atento con él en la final de la Copa Libertadores. El delantero fue uno de los tres titulares que puso este domingo Jorge Jesus contra Gremio, en el último partido previo a la definición copera, y fue protagonista absoluto del encuentro.

Primero anotó, de penal, el único gol del partido, con el que Flamengo quedó a un pasito del títuloY llegó a los 22 en el Brasileirao, cifra récord para un jugador del Mengao en la competencia nacional brasileña. Pero después llegaron los problemas.

En el complemento, fue amonestado por protestar, reaccionó aplaudiendo con ironía frente a la tarjeta y el árbitro lo mostró la roja. Insólito. Caliente, mientras dejaba la cancha, abrió la mano y le contó los dedos a los torcedores de Gremio, en alusión a la goleada del Fla en semis de la Libertadores. Picante con y sin pelota.