En pocos lugares, la leyenda de Lionel Messi es tan grande como en República Checa. Sólo estuvo una vez ya que ni siquiera con la Selección argentina pisó jamás el país con mayor índice de consumo de cerveza per cápita del planeta. Aun así, nadie olvida cómo la primera -y hasta la fecha, única- visita del rosarino se saldó con un hat-trick en la victoria que Barcelona logró a domicilio del Viktoria Plzen en noviembre de 2011.

Por aquel entonces, el argentino ya sabía qué era ganar el sextete, estaba a punto de adjudicarse el que sería su tercer Balón de Oro y cuando saltó al terreno de juego del Sinobo Stadium lo hizo para anotar tres goles que liquidarían al cuadro local y lo pondrían a tiro de un récord que puede lograr ocho años más tarde, este mismo miércoles, y que ningún otro jugador consiguió jamás: convertir dos tripletes a domicilio en un mismo país en la Champions League.

Cambiará el estadio, no obstante, pues en esta ocasión La Pulga no jugará en la capital de la cerveza, Plzen, sino en la capital de checa, Praga. Es una ciudad en la que el Barça jugó seis veces y ganó en tres ocasiones. Sin embargo, será la primera vez tanto para Messi como para el club catalán que crucen espadas con el Slavia, en un partido en el que, más allá de los puntos en juego, el rosarino puede agrandar, más si cabe, su leyenda.